San Vicente | Ayer se cumplió un año del fallecimiento de Ariadna Pereyra, la adolescente sanvicentina que, con su lucha contra la leucemia, hizo un “click” en la forma de pensar de muchos de nosotros con respecto a la importancia de donar sangre y médula ósea.
Tras una larga lucha, la joven de 15 años falleció el 30 de octubre de 2018 en hospital Austral de Pilar, donde permanecía internada a la espera de un nuevo trasplante de médula.
Ari había sido diagnosticada con leucemia mieloide holoblástica a comienzos de 2017. Su familia, amigos y voluntarios pusieron manos a la obra para impulsar las colectas de sangre y médula ósea “Una Médula para Ari”, que recorrieron toda la región y alcanzaron un saldo de más de mil donantes para engrosar el Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH) que lleva adelante el INCUCAI.
En septiembre de 2017, la adolescente se sometió al esperado trasplante, comenzó a recuperarse y recibió el alta que le permitió volver a la escuela. Sin embargo, tuvo una recaída el último mayo y la enfermedad reapareció, por lo que tuvo que volver al tratamiento. Esta vez, el trasplante estaba programado para los próximos meses en el Hospital Austral pero Ari no resistió.
“Mi nieta sufrió tanto, batalló tanto. Nunca bajó los brazos y hasta el último momento, nos alentó aun sabiendo que se moría”, relató a Al Sur Web Telma Persincula, abuela de la joven. “Como dijo mi hijo, este mundo le quedó chico. Ojalá nunca la olviden”, expresó.
Creemos que la lucha de Ariadna quedará marcada a fuego en el corazón de los sanvicentinos. Fue el alma de la campaña de donación más grande que se realizó en la región, donde todos nos enteramos de la importancia que tiene ser donante.
Esperemos que ese fueguito que encendió Ari no haya sido en vano, que sigan las campañas, que sigamos donando y que por todo lo que pasó nos ayude a concientizarnos de que donar es alargar la vida de otro.