San Vicente | La Sociedad de Fomento Unión Vecinal Once Bocas (UVOB) concluyó una campaña que consistió en la entrega gratuita de árboles y plantadas comunitarias. Gracias al aporte privado, los fomentistas entregaron especies nativas, como pequeñas palmeras pindó y jacarandás.
Los ejemplares se entregaron a las escuelas rurales 3 y 7 y a otras instituciones como la, recientemente restaurada, capilla del barrio La Merced, muy cercana a la zona rural.
Al Sur Web dialogó con Jorge Zatloukal, presidente de la UVOB, quien explicó que la iniciativa “logro trasplantar cerca de cien árboles de especies forestales y ornamentales, distribuidas en el marco de una campaña a abierta a los vecinos e instituciones, que fue posible gracias al aporte privado».
El proyecto se encuadra en el objetivo de impulsar acciones y trabajar en la mejora integral del medioambiente, mediante la reducción del impacto ambiental y mitigación de la llamada huella de carbono, fundamentalmente mediante el trasplantado de arbolado urbano.
Beneficios
Con el arbolado, el beneficio social que se aprecia directamente por los vecinos es el estético, ya que se crean entornos más verdes y paisajes más suaves, aunque existen otros beneficios -de tipo social- como la creación de lazos en la comunidad, estableciendo un sentido de pertenencia e identidad. Los árboles reducen el uso de energía en las viviendas, disminuyendo la temperatura, sombreando las casas durante el verano y reduciendo la fuerza de los vientos en invierno.
Día del árbol
Para el próximo Día del Árbol en 2020, la UVOB planifica plantar más árboles, incluso en las rotondas de la Autovía 6 y algunos accesos a San Vicente.
Suecia fue el primer país del mundo en instituir el Día del Árbol. Esto ocurrió en 1840, cuando en dicho país se tomó conciencia de la importancia que tienen los recursos forestales para la vida en el planeta.
En la Argentina, el principal impulsor de la actividad forestal fue Domingo Faustino Sarmiento (presidente de la Nación de 1868 a 1874), que en un discurso subrayó que «El cultivo de los árboles conviene a un país pastoril como el nuestro, porque no solo la arboricultura se une perfectamente a la ganadería, sino que debe considerarse un complemento indispensable».
La prédica de Sarmiento encontró eco treinta años después, cuando el 29 de agosto de 1900, el Consejo Nacional de Educación, en base a la iniciativa del doctor Estanislao Zeballos, instituyó dicha fecha como el Día del Árbol.