Los conflictos derivados de la agresión con ruidos, es un problema generalizado, particularmente en el conurbano, derivado de problemas de educación y convivencia. Se trata de conflictos, que muchas veces termina con discusiones acaloradas y hasta fatales.
El abordaje de esta situación requiere de un cambio cultural y sanciones ejemplificadoras. En el año 2016, en San Vicente se aprobó la Ordenanza 4.870, contra los ruidos molestos que generaban caños de escapes libres y modificados de motos, automóviles y cuatriciclos.

Los escapes libres en motos y autos generan los ruidos más molestos.
En sus fundamentos se argumentó, que estos vehículos generan una perturbación y una molestia permanente que aqueja a los vecinos que residen en el distrito y producen daño ambiental acústico, perjudicando a la comunidad en general.
La dureza de las sanciones previstas en la norma y la voluntad policial por aplicarla, redujeron notoriamente este tipo de incidencia al igual que hacer maniobras peligrosas (Willy) con motos en la vía pública.
Sin embargo persisten aun en el distrito otro tipo de ruidos molestos, generados por parlantes domiciliarios, altoparlantes en vehículos, fiestas clandestinas y pirotecnia en época de fin de año.
Pirotecnia cero
Desde 2022, la pirotecnia está totalmente prohibida en la provincia de Buenos Aires, tras la aprobación de la ley 15.406, que ordena «prohíbase la venta al público minorista, la venta ambulante en la vía pública y el uso particular de artificios pirotécnicos y de cohetería de uso recreativo de alto impacto sonoro, cualquiera fuera su característica y naturaleza, como así también los denominados globos aerostáticos de pirotecnia».

La pirotecnis sonora sigue utilizándose, pese a estar prohibida.
En ese contexto en 2019 se deroga la Ordenanza 5.051 y se sanciona la 5.123, contemplando penas para quienes usen pirotecnia, pero las mismas resultan difícil de aplicar.
Profundizando el interés del municipio por erradicar el problema, a fines de 2024 se aprueba la Ordenanza 5.484, sobre ruidos molestos. Existen otras normas, como la prohibición de ruidos durante semana santa, en la Plaza Moreno, frente a la cual se encuentra la parroquia San Vicente Ferrer, esto se implementó en 2010 por Ordenanza 4.233.
Un conflicto creciente, especialmente en barrios de quintas, son las fiestas donde se cobra entrada y se generan ruidos que molestan a los vecinos y generan inseguridad, conjuntamente con el alquiler de quintas, donde muchas veces los vecinos deben soportar ruidos molestos. Estás situaciones desvalorizan propiedades, el entorno urbano y alejan inversiones.

Fiestas clandestinas generan ruidos molestos y buenos ividendos para algunos.
Perros perdidos por pirotecnia
Año tras año, luego de las fiestas, la ignorancia, la desidia y la maldad de quienes hacen uso irresponsable de la pirotecnia, dejan como resultado el saldo de numerosas mascotas perdidas y personas con autismo, gravemente dañadas en su salud. Tal vez la solución pase por endurecer multas, avanzar en clausuras de establecimientos y crear un área de control especializado, dotado de recursos y personal adecuado.
En casos graves además se debería encuadrar la agresión acústica, como un cuestión penal, en la medida que configura un daño a la salud pública e individual.
El número 147
Durante la gestión del secretario de Seguridad municipal Gustavo Dorrego se implementó el número 147, donde se puede llamar frente a estos delitos y contravenciones policiales. Lo fundamental es promover un cambio cultural, que tienda a mejorar la calidad de vida de la comunidad.