San Vicente .: Vecinos de los barrios aledaños a la Laguna del Ojo pidieron la intervención de las autoridades para parar la construcción de un emprendimiento urbanístico privado sobre terrenos considerados como parte de los humedales del espejo de agua. Este desarrollo está “viciado de ilegalidad y se opone a la normativa general sobre ambiente”, afirma el documento presentado por los vecinos en el Concejo Deliberante.
Esta problemática se visibilizó el pasado sábado por la mañana, a raíz de una reunión que convocó a casi medio centenar de vecinos en el acceso a la Reserva Natural de la Laguna del Ojo para rechazar la instalación del barrio privado “Mundo natural” sobre terrenos considerados como parte de los humedales de la laguna sanvicentina.
El emprendimiento en cuestión está ubicado sobre Rivadavia entre Magallanes e Iturralde, a unos dos kilómetros del casco céntrico de la ciudad cabecera del distrito. Sus desarrolladores “serían los mismos de los barrios ‘Nuestra tierra’, ubicado en Maipú y Segundo Sombra; y ‘Fronteras’, situado en Rivadavia y Capdevilla, dos emprendimientos que estarían flojos de papeles”, según manifestaron los vecinos, quienes decidieron mantener reservada su identidad debido a amenazas recibidas a través de las redes sociales Facebook y Whatsapp.
De acuerdo a las averiguaciones de algunos de ellos, este desarrollo inmobiliario tendría unas 100 hectáreas, divididas en lotes para su venta. “Algunos de estos lotes ya tienen compradores y otra hectárea está cedida a un cuidador, que sería el único que tiene escrituras del terreno”, afirmaron.
Además del temor por la “gran cantidad de gente que podría ser estafada”, el hombre advirtió que este barrio privado es lindero a la Laguna del Ojo, que está declarada como una reserva natural para avistaje de aves, por lo que el relleno de los humedales y la manipulación del terreno, provocaría “futuras inundaciones en los barrios aledaños y un gran impacto medioambiental”.
En ese sentido, los inspectores de obra del Municipio clausuraron el pasado jueves 12 de julio el lugar de los trabajos, debido a que “no existía ninguna denuncia de obra ni los desarrolladores habían realizaron los trámites pertinentes en la Comuna”, explicó a este medio el secretario de Gobierno local, Alejandro Magnetti.
El último viernes, el Juzgado de Faltas ratificó la clausura de estos trabajos. Sin embargo, Al Sur comprobó al día siguiente por la mañana que no sólo el personal continúa con las tareas de relleno en el lugar, sino que ingresaban y egresaban vehículos.
“Esta gente tiene una clausura e igualmente continúan entrando camiones con tosca para comenzar a rellenar parte del terreno que son, nada más y nada menos, los humedales de la Laguna del Ojo. Queremos que esto se pare ya, antes de que sea tarde y cometan un atentado contra el ecosistema del lugar”, aseguró el vecino.
Delimitación aproximada sobre imagen satelital del conjunto de humedales y ecosistemas periféricos asociados dignos de preservación y encadenados de las Lagunas El Ojo, Bellaca y Tacurú.
Reunión con autoridades
El pasado martes, los vecinos autoconvocados se reunieron con Magnetti y el jefe de Gabinete municipal, Federico Cantó, quienes luego los acompañaron al HCD donde mantuvieron un encuentro con los concejales de los distintos bloques.
Allí, los funcionarios explicaron las distintas medidas tomadas por el Municipio, las cuales fueron entregadas en copia a los vecinos; mientras que los ediles se pusieron a disposición para nuevas consultas sobre esta problemática.
“Todas y todos los concejales expresaron su apoyo y solidaridad con lo expuesto. También se comprometieron a frenar el avance de estas personas. Nosotros seguimos en la lucha, no vamos a bajar los brazos hasta que esto no se detenga completamente y se establezcan los límites claros de nuestra reserva natural provincial”, manifestaron los vecinos presentes.
Los vecinos se reunieron esta mañana con autoridades municipales y del Concejo Deliberante, las que se comprometiron a dar una solución al pedido.
Impacto medioambiental
“La problemática principal son las futuras inundaciones que puede causar el relleno de los humedales, que comprenden hasta el lugar donde comenzó a construirse el barrio privado. Como vecino del barrio lindero a la laguna, voy a ser uno de los afectados por esto, sin contar el impacto ambiental”, explicó una de las personas que encabeza el reclamo.
Los vecinos, agrupados en el colectivo “Vecinos Autoconvocados en Defensa de la Laguna” junto con organizaciones sociales y profesionales de las ciencias ambientales y sociales, presentaron un documento en el HCD que enumera las consecuencias del “impacto sobre el ambiente y el orden público”, en caso que el barrio privado continúe rellenando los humedales, que posibilitan el escurrimiento natural y garantizan el funcionamiento hídrico.
“Como toda zona baja, es inundable y no es compatible con el establecimiento humano permanente y sus infraestructuras, para los cuales se requeriría la elevación de la cota recurriendo al relleno con materiales diversos y, por consiguiente a la supresión indefectible del humedal subyacente”, explica el documento.
A causa de la importancia de estos terrenos bajos en la conservación de la biodiversidad, los vecinos enumeraron una serie de legislaciones nacionales y provinciales que reglamentan su preservación, como la adhesión del país a la declaración internacional del convenio de Ramsar, que establece la protección de los mismos en el marco de leyes locales; y la Ley nacional 25.675 (“Ley General del Ambiente”), que establece la necesidad de suspender cualquier emprendimiento que esté produciendo un impacto ambiental.
También citan a la Ley de 8.912 de Ordenamiento Territorial de la provincia de Buenos Aires, la cual delimita de qué manera deben ser los emprendimientos urbanos, en caso de hallarse en cercanías de “cursos o espejos de agua permanentes, naturales o artificiales”; y sostiene en su artículo 60, que “por ninguna razón podrá modificarse el destino de las áreas verdes y libres públicas, pues constituyen bienes del dominio público del Estado; ni desafectarse para su transferencia a entidades o personas de existencia visible o personas jurídicas públicas o privadas, ni aún para cualquier tipo de edificación, aunque sea de dominio público, que altere su destino”.
En un último punto, los vecinos hacen alusión al “Código de Aguas de la Provincia de Buenos Aires (Ley 12.257)”, que definió el concepto de “línea de ribera” la cual está definida por “el alcance de las crecidas máximas históricas”, las cuales “pertenecen al fisco provincial”. “De existir propietarios particulares de tierras circundantes a las lagunas y/o humedales, no podrán suprimir o impactar negativamente sobre esos hábitat acuáticos, y tampoco cambiar el destino y la fisonomía de los 100 metros siguientes por fuera de esa línea”, indica la normativa.
Por estos motivos, los denunciantes consideran que la expansión urbana de la Laguna del Ojo está “viciada de ilegalidad y se opone a las normativas general sobre ambiente”, la cual cuenta con una “legislación específica” que “reconoce a esas tierras como humedales”, de acuerdo a lo “tipificado por el Gobierno de la provincia de Buenos Aires como prioritaria de conservación en el Decreto 469 en 2011”.
El documento, asimismo, exige la suspensión el emprendimiento por la vía administrativa y la paralización de las tareas de relleno por “su impacto irreversible”, la cual se sostiene en “varias inconsistencias detectadas e incertidumbre acerca de la existencia de permisos municipales y provinciales, hasta tanto se tenga certeza del procedimiento seguido”.
También, el colectivo de vecinos pidió que se entregue (de acuerdo a la Ley 25.831 de Régimen de Acceso a la Información Ambiental”) la información existente sobre “expedientes de ampliación urbana dentro de los terrenos que comprenden áreas inundables del humedal de la Laguna El Ojo” y el procedimiento del Municipio de San Vicente con respecto a “las resoluciones provinciales que otorgan al humedal de referencia la figura de Reserva Natural”.
Otro de los puntos es que, en caso de que el barrio privado cuente con expediente, verificar si el mismo contiene “el estudio de Impacto Ambiental presentado a la Provincia (OPDS) establecido por la Ley 11.723 para toda obra civil y demás permisos reglamentarios”. “Quién figura como titular o propietario de la parcela donde se desarrollan las citadas labores de loteo y rellenos, y si el mismo posee escritura legítima en el Registro de la Propiedad Inmueble de la Provincia de Buenos Aires”, es el último de los pedidos de información que elevaron los vecinos.