San Vicente .: La colecta de firmas y reclamos de los vecinos para el amparo colectivo contra la Empresa Distribuidora Sur (EDESUR) se extenderá hasta este sábado con tres jornadas en las tres localidades para los sanvicentinos que todavía no pudieron sumarse.
La primera colecta se realizará este jueves de 8 a 13 en el paso nivel de Domselaar, ubicado en 9 de Julio; mientras que el viernes se llevará a cabo –en ese mismo horario- en la Plaza Mariano Moreno, entre Sarmiento, Bolívar, Hipólito Yrigoyen y General San Martín, en San Vicente.
El sábado será el turno de la Plaza Hipólito Yrigoyen, en Urquiza entre San Martín y Sarmiento, en Alejandro Korn, donde los vecinos también recibirán la documentación y las firmas de 8 a 13.
Quienes deseen sumarse no sólo deberán contar con la firma del titular del servicio, si no que deberán presentar fotocopia de la factura.
Esta iniciativa se desarrolla en el distrito desde hace algunas semanas, a fin de que la Justicia tome medidas ante el “deplorable servicio” que ofrece EDESUR. Al respecto, el ex concejal y colaborador del amparo colectivo Carlos Laguzzi aseguró que la colecta “viene bastante bien”.
El vecino expresó que existe “mucha angustia” entre los sanvicentinos que recibieron boletas por una suma aproximada de dos mil pesos y no podían pagarlas porque eran “superiores a sus ingresos”. También detalló que hay casos con facturas por 12 o 31 mil.
“Hay mucho hartazgo y desesperación por la cantidad de cortes. Algunos comerciantes, como los carniceros, manifestaban que no pueden dormir bien a la noche porque se les cortaba la luz y tenían que salir corriendo a prender los motores. La verdad que eso no es vida”, consideró.
Algunos vecinos, asimismo, confiaron que “están cansados de las promesas que vienen haciendo desde hace seis años con la construcción de la subestación eléctrica”, y si bien protestan por los “enganchados”, entienden que “existe una decisión de EDESUR en no colocar la cantidad de medidores necesarios”, ilustró el ex concejal.
Otra de las preocupaciones registradas por los colaboradores es la variación en la tensión eléctrica, que llega a los 120 o 130 KV en algunos barrios y excede los 270 en otros. “La mayoría de los electrodomésticos no funcionan o no aguantan con esas tensiones. La calidad de servicio dado por EDESUR es deplorable. Si no fuera porque son monopólicos, se quedarían sin clientes”, criticó.
A esto se sumó las quejas de vecinos electrodependientes o con medicación que debe conservar la cadena de frío, que gastan un “adicional importante” en nafta para tener equipo electrógeno. Sin embargo, quienes no tienen esta suerte, se quedan sin luz; en ocasiones, sin agua; o deben correr a la casa de conocidos y familiares para mantener su tratamiento.
“Es una situación muy delicada, en la cual las autoridades de los distintos niveles no le prestan la atención que corresponde. La gente ya no lo soporta más”, agregó Laguzzi.