Brandsen | Luego de varias idas y vueltas, la Liga Metropolitana de Fútbol le puso fecha y horario al encuentro de vuelta por la final del Torneo “Joel Luna” entre Las Mandarinas y Atlético y Progreso, los dos conjuntos de Brandsen: será esta sábado a las 15.30 en el estadio Jáuregui Lorda, del club rojiverde.
Esta será, sin dudas, la final más dilatada de la historia de esta incipiente Liga. Primero fue la participación de Las Mandarinas en el Torneo Regional Federal, lo que no permitía encontrar fecha para comenzar a disputar la fase final del torneo en Primera división. En esta oportunidad no había seguridad disponible por parte de la Policía bonaerense.
Finalmente, la policía apareció como por arte de magia, y la Metropolitana tendrá este sábado a su campeón el Primera.
Recordemos que el pasado 27 de noviembre se disputaron las finales en la demás divisionales. En Tercera el campeón fuel el Club Las Lomas de Guernica, que le ganó 2 a 0 al Club Deportivo (3 a 0 en el global); en Cuarta, Empalme se quedó con el trofeo mayor al derrotar en su cancha a Estrella de Jeppener por 2 a 0 (2 a 0 en el global); en Quinta Defensores de Glew se quedó con el campeonato al vencer 3 a 0 a Progreso en la ida, y de empatar 1 a 1 en la vuelta; por último, Estrella del Sur se quedó con el torneo en la Sexta, al empatar con el Deportivo 1 a 1 en la vuelta (había ganado el encuentro de ida por 2 a 1).
Hace una semana habían empatado 1 a 1 en el estadio Omar Redruello de Las Mandarinas, con goles de Ezequiel Albarracín (LM) y Emiliano Rossi (AP). Este sábado a las 15.30 disputarán el decisivo partido de vuelta.
Hace exactamente una semana, Las Mandarinas y Progreso disputaban el encuentro de ida de esta gran final, empatando 1 a 1. Según la organización, la vuelta no se disputó el pasado fin de semana porque había poco tiempo de descanso; y para este surgió el problema de la seguridad. Recordemos que, debido al historial de enfrentamientos entre estos dos conjuntos, se requiere de gran cantidad de efectivos para evitar desmanes.
Ahora se viene el partido decisivo y todo está como cuando empezamos. Será un encuentro de “hacha y tiza”, de “dientes apretados”, donde los dos equipos pugnarán, no solo por ganar un campeonato, sino por el “honor” de triunfar en el clásico de la ciudad, que es –sin dudas- el más importante de la Liga.
Este tercer torneo de la Liga fue el más irregular de los tres, con muchos conflictos y suspensiones, con muchas agresiones entre jugadores, entre hinchas y hacia los árbitros. Es hora de que la Liga pare la pelota y –en la reunión evaluativa final- ponga el punto sobre la íes. Basta de decir que todo está bien y apuntar decididamente a erradicar la violencia de los encuentros.
Hay jugadores y simpatizantes que todavía creen que están jugando un torneo de barrio, donde el “vale todo” es moneda común. Este es un torneo de ascenso, garantizado por el Consejo Federal del Fútbol Argentino y por la AFA, por lo tanto hay que actuar civilizadamente. Y el club que no cumpla con las normas, deberá ser castigado económicamente y con la desafiliación en caso de incurrir en nuevos conflictos.
Esta Liga había tomado la iniciativa de erradicar la violencia verbal de los estadios, con una medida que nos pareció altamente positiva. Los árbitros tenían la potestad de suspender los encuentros cuando desde las tribunas emanaren insultos cargados de odio para con los jugadores y simpatizantes contrarios. Esto sucedió en tres o en cuatro partidos, nada más. El resto de los colegiados tiraron la pelota al lateral.
Siempre se tiene que medir con la misma vara a todos los clubes, sean importantes o más humildes; formen parte de la mesa directiva de la Liga o no. Porque si esto no sucede, a eso se llama injusticia.