San Vicente | Yo sé que Gabriel se va a enojar cuando vea publicada esta nota, pero a pesar de ello, lo voy a hacer, porque es mi amigo, mi hermano de la vida, mi compañero de aventuras, y se merece ser reconocido como uno de los grandes relatores de fútbol de la radiotelefonía argentina. Su humildad -tal vez- no lo hizo trascender de las fronteras de su querido San Vicente, ciudad a la que adoptó como propia.
Gabriel Gerónimo nació en la Cuidad Autónoma de Buenos Aires (en aquella época, capital del Virreinato del Río de la Plata), hace 58 años. Nació en el barrio de Parque de los Patricios, y vivió hasta los 5 años justo enfrente del Viejo Gasómetro, la recordada cancha de San Lorenzo de Almagro, club del que es hincha fanático. Tal vez por la similitud de los colores y la camiseta eligió ser hincha y dirigente del Club Deportivo San Vicente, en su pago chico.
A los cinco años, él y su familia se trasladaron a Guernica, cuando aún formaba parte del Partido de San Vicente. Su madre, su padre y sus abuelos eran reconocidos vecinos y comerciantes de la pujante ciudad; y él creció entre amistades que lo marcarían en su vida.
Su relación con los medios de comunicación comenzó de adolescente, cuando junto a amigos de la infancia como Alejandro Yani, Marcelo Oneto, Marcelo Araya y Héctor Roccasalva, instalaba la primera radio FM de la ciudad: FM Ensueños, allá por la década del 80.
Relato del partido Racing-Vélez en Villa Luro y llegada de la delegación sanvicentina en los JJBB 2000.
Ya en la década del 90 comenzó a incursionar en la televisión, conduciendo el recordado noticiero diario del Canal 4 de Video Cable San Vicente, junto a Marcela Ledesma. Él, el productor Alejandro Martins y el camarógrafo Fabricio Sánchez, eran los ojos de la ciudad, acudiendo a cada acto político, social o policial donde la noticia decía “presente”.
Su vuelta al “primer amor”, la radio se produjo en los finales de esta década, en la vieja Radio Ciudad de Longchamps (RCL), AM 1580, de la mano de sus amigos Pablo Merzi y quien escribe esta nota. El Club Las Lomas de Guernica comenzaba a incursionar en el futbol liguista, participando del torneo oficial de la Liga Metropolitana de Fútbol y la idea era comenzar a relatar los partidos de local y visitante.
Gabriel Gerónimo le puso su sello especial a las transmisiones desde Mar del Plata a Los Juegos Bonaerenses.
Los encargados de convencerlo éramos Pablo y yo. Se lo propusimos en la sede de Las Lomas luego de un partido de fútbol 5. Lo pensó unos minutos, y como siempre nos dio el sí. Recuerdo que una fecha antes del debut La Doble L jugaba con Centro de Fomento Los Hornos en La Plata, y Gabriel estaba cayado (algo muy raro en él) y luego de unos minutos nos dijo “estoy tratando de hilvanar una jugada y no me sale”.
Así debutaba el Equipo Desafío en la cancha de Las Lomas, con Gabriel en los relatos, Pablo en los comentarios, yo en el campo de juego y vestuarios y Ramiro Juárez (Abrigo) y Marcelo Oneto en los estudios centrales de la emisora longchanense.
Gol de Gerardo Bedoya a River Plate en el torneo 2001, donde el equipo de Racing salió campeón tras 35 años de sequía.
Las Lomas ascendió la división A de la Liga Platense, y vendría el desafío más grande: seguir la campaña del Racing Club de Avellaneda en el año 2001. Carlos Astiz, dueño del recordado Semanario Al Sur, había adquirido la RCL de Longchamps, a la que bautizamos como Radio Activa, “La Radio de los Payadores y los Cantores Populares”. Además del canto repentista, Astiz enfocó el perfil de la radio en lo deportivo, armando un equipo periodístico que estaba encabezado por el relator uruguayo Jorge García Bachi, acompañado por Gabriel Gerónimo, Marcelo Alarcón y Diego Dinaro como relatores secundarios, y periodistas como Silvio Maverino (hoy triunfando en la televisión por cable) Daniel Gustavo Escosteguy, Jorge Massimini y quien escribe, entre otros.
La idea era seguir la campaña de los equipos del Sur, como Racing, Independiente, Banfield y Lanús, pero al poco tiempo, debido a los altos costos (año 2001) y los impedimentos que nos imponía la empresa Torneos y Competencias, se decidió seguir la campaña de La Academia, de la cual Astiz, yo, Escosteguy, Merzi y Massimini éramos fervientes simpatizantes.
Seguimos esa campaña de punta a punta, desde Argentinos Juniors hasta el partido final en cancha de Vélez Sarsfield, el 27 de diciembre de 2001, con la consagración del equipo de “Mostaza” Merlo, campeón luego de 35 años de sequías. Aún resuena en mis oídos el relato de Gabriel del emblemático y agónico gol del colombiano Gerardo Bedoya a River Plate (video), en el Cilindro cuando el Millonario ganaba por 1 a 0, haciendo tambalear la esperanza racinguista de salir campeón a una fecha del partido final.
Junto con Radio Activa, nacía el emblemático Equipo ActivaSport con el que transmitiríamos a Empalme San Vicente en su incursión en la Liga de Chascomús, allá por el año 2005. Más adelante vendría seguir la campaña de Tristán Suárez en la Primera B de AFA junto al recordado Rubén Moreno.
Otros de los lindos momentos vividos durante las transmisiones de los Juegos Bonaerenses.
Paralelamente a estos trabajos, desde el año 2000, este equipo de periodistas-amigos comenzaba a incursionar en las transmisiones en vivo de largo aliento, desde Mar del Plata, con las finales provinciales de los Torneos Bonaerenses (más tarde Juegos BA, Juegos Buenos Aires La Provincia y Juegos Bonaerenses).
Realmente estábamos locos. Realizábamos transmisiones de más de 10 horas por día, siguiendo a las delegaciones de San Vicente, Presidente Perón, Almirante Brown, Ezeiza y Brandsen. De este equipo participaron periodistas locales como Omar Hernández, Martín Rivas, Maximiliano Armirotti, Néstor Choconi, Jonathan Bualy, Alfredo Dos Santos, Emiliano Miño y Pablo Magnello, Melanie Berardi, entre muchos otros. Pero Gabriel era el líder y la voz cantante de todos.
A pesar del paso de los años seguimos -en forma ininterrumpida- trayendo a cada hogar de San Vicente las alternativas de los juegos deportivos y culturales más importantes del país (del mundo para nosotros). Con el equipo diezmado, por la economía por un lado, y por el nuevo camino que emprendieron algunos de sus integrantes, por otro, hoy continuamos Gabriel y yo, llegando a cada hogar con lo que pasa en La Feliz.
Primero por radio; hoy a través de la imagen del streaming de video, pero siempre con la misma filosofía de trabajo y de esfuerzo, para dejar una marca en la historia del periodismo local, creo yo, hasta que nuestros cuerpos digan “basta”.
Este quiso ser mi homenaje a mi hermano de la vida, al que comparte mis días, el que a pesar de sus limitaciones físicas, está siempre ante cada locura que se me ocurre, y con su voz inigualable va a continuar haciendo emocionar a quien lo escuche, desde nuestra querida Mar del Plata, nuestro lugar en el mundo.
Daniel Rosales