Guernica .: Bajo la premisa “Fuera Fondo Monetario Internacional (FMI), basta de hambre”, la Mesa de Organizaciones Sociales, Sindicales y Políticas de Presidente Perón movilizaron el pasado miércoles hasta la sede de la Empresa Distribuidora Sur (EDESUR) en Guernica, donde entregaron un reclamo que expone la situación de los vecinos con el servicio prestado por la compañía y sus elevadas tarifas.
El reclamo es el segundo encabezado por las organizaciones populares nucleadas en la Confederación de los Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Barrios De Pie y la Corriente Clasista y Combativa (CCC) a nivel nacional. Con anterioridad, los movimientos marcharon hasta la ANSES y ahora fue el turno de EDESUR, para luego avanzar hacia el resto de “las empresas y cooperativas prestadoras de servicios”.
En Guernica, los referentes fueron recibidos por las autoridades de esa oficina y entregaron un petitorio que hace hincapié en “la grave situación social, provocada por la creciente devaluación e inflación” y solicitar que el Gobierno nacional tome “medidas de emergencia”.
En ese sentido, exigieron la implementación de una tarifa social para todos los barrios incluidos en el relevamiento nacional de barrios populares, y para los trabajadores y trabajadoras de la economía popular. Además incluyeron la quita de intereses punitorios en la deuda acumulada y un subsidio del 50 por ciento en el servicio para fábricas recuperadas, clubes, sociedades de fomento y cooperativas.
El documento también reclamó por el aumento del límite de consumo para la tarifa social, la entrega de garrafas sociales en todo el país y el cese de los cortes en el suministro eléctrico brindado por EDESUR.
El dirigente local del Movimiento Evita, Ariel Gimenez, explicó a Al Sur que las organizaciones se movilizaron bajo la premisa “Fuera FMI y basta de hambre” en alusión al desfavorable contexto económico y social que padecen muchas familias de la economía popular.
“La demanda de trabajo existe y no hay changa. Nuestros jubilados no pueden pagar las tarifas de luz y gas, por lo que deben elegir entre comer, comprar los remedios o pagar. Los salarios no llegan a cubrir la canasta básica. Esto se agrava si les llega entre tres hasta siete mil pesos de luz. Es imposible que puedan afrontar esas facturas”, criticó el referente.
Por otro lado, subrayó que “el plan de lucha continúa” de manera “pacífica, ordenada y sin molestar a los vecinos”. “Adherimos al paro del 25 de septiembre con ollas populares, sabiendo cómo es el contexto duro que están atravesando las fábricas que deben cerrar y los trabajadores que son despedidos”, adelantó.