San Vicente | Desde el pasado lunes, la Dirección de Residuos de la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR) se encuentra trabajando intensamente en el EcoPunto ubicado sobre la Ruta 16, en San Vicente, lugar que había quedado convertido en un verdadero basural a cielo abierto.
Este lugar, que había sido construido con fondos de ACUMAR, fue pensado para funcionar como un centro de separación de los residuos urbanos, pero tras el convenio del Municipio con el Cinturón Ecológico Área Metropolitana (CEAMSE) fue convertido por la gestión de Mauricio Gómez en un lugar de transferencia. Es decir, los residuos eran llevados al EcoPunto, y de allí a la planta Burzaco del CEAMSE.
Sin embargo, en el último año de gestión de la administración anterior, la basura comenzó a acumularse en el predio donde funciona el EcoPunto, de tal forma que se convirtió en un verdadero basural a cielo abierto. Incluso, durante 2019, hubo muchas quejas de vecinos al lugar que se quejaban de la quema de ramas y otros residuos.
Tras la visita del presidente de ACUMAR Martín Sabbatella a San Vicente –el pasado sábado-, el ex intendente de Morón se había comprometido a direccionar recursos para darle una pronta solución a este problema, y comenzar a limpiar el espejo de agua de la Laguna del Ojo, del camalote Jacinto del agua, que había invadido el lugar hace unos años atrás.
La ayuda no se hizo esperar y, este lunes, diez camiones volcadores, una pala mecánica y un camión regador de la Dirección de Residuos del ente ecológico comenzaron a retirar la basura y a poner a punto el espacio destinado a la clasificación y acondicionamiento de los residuos del distrito.
Avanzan para darle una solución al problema de la basura en la zona rural de San Vicente.
Al momento de la inauguración (junio de 2015), el EcoPunto contaba con la maquinaria completa para la clasificación de residuos sólidos urbanos (puente grúa, pinzas, trommels, cintas transportadoras, enfardadoras, prensas, carros y pasarelas), los vestuarios, sanitarios, espacios para el guardado del equipamiento, además de obras de pavimentación de calles veredas, forestación e iluminación del predio. Hoy nada de eso es funcional.
Las instalaciones originales tenían una capacidad de tratamiento de 200 toneladas por día, con un módulo de poda y escombros de 100 toneladas por día y un módulo para residuos domiciliarios de otras 100 toneladas por jornada. San Vicente genera diariamente alrededor 100 toneladas de residuos entre domiciliarios, poda y voluminosos.
El presidente de ACUMAR afirmó que el trabajo que se está realizando en San Vicente “no solo tendrá un impacto ambiental positivo sino que, además, permitirá dar trabajo genuino”. También estimó que las tareas llevarán un poco más de tiempo del que se había calculado en un principio, llegando a los diez días.