Guernica | Tras la comunicación de la obra social de los jubilados, PAMI, de rescindirle el contrato al Policlínico Guernica, más de 8 mil afiliados de este distrito se quedaron sin un lugar de internación y atención en Guernica, teniendo que trasladarse hasta la ciudad de Burzaco (Clínica Espora) para atenderse. Cruces de declaraciones de ambos lados por la situación.
El pasado miércoles, agentes de la obra social irrumpieron en el centro de salud, anunciando la recisión del contrato con el policlínico, situación que tomó de sorpresa a propios y extraños. Los afiliados, sobre todo los que se encontraban internados, vivieron momentos muy duros, al ser trasladados hasta la clínica de Burzaco, incluso los más graves, sin las ambulancias de alta complejidad.
Ese día el PAMI adujo “irregularidades” en el centro asistencial, pero sin más datos. En el día de ayer aclararon los motivos por el cese del contrato: “Fue por severas irregularidades y faltas en el cuidado de sus afiliados”.

El cese del contrato con el Policlínico Guernica fue «por severas irregularidades y faltas en el cuidado de sus afiliados”, según la obra social PAMI. Desde la clínica contestaron que la «medida es política, para obligarnos a cerrar y después comprarnos por dos pesos».
Según la obra social, en una auditoría de noviembre pasado “el Instituto realizó informes en los que se señaló que en el Policlínico Guernica había sanitarios sin la adaptación necesaria para personas con movilidad reducida; insuficiente cantidad de monitores y cardiodesfibriladores en el área de terapia intensiva, falta de respiradores microprocesados; quirófanos sin mesa de paro ni cardiodesfibrilador. Además no contaba con médico especialista en terapia como coordinador o jefe a cargo; y se encontró falta de sellos, firmas y matrículas del personal, entre otras faltas graves”.
“Todo es mentira. Eso nos lo habían marcado en la auditoría de noviembre, pero en febrero pasado tuvimos otra, y nos felicitaron porque habíamos subsanado todo lo que nos marcaron” le dijo Griselda Ruiz, directora del policlínico a El Diario Sur, agregando que la medida es política. “Quieren que cerremos la clínica para después comprarla por dos mangos”, denunció.
Sin embargo, el PAMI refutó esas aseveraciones, considerando que “a pesar de haber recibido las advertencias correspondientes, el Policlínico no revirtió ni solucionó las irregularidades señaladas luego de haberse cumplido el período establecido. Por ese motivo, desde la obra social se decidió finalizar el contrato con el establecimiento ya que el mismo no ofrecía condiciones seguras ni adecuadas para el cuidado de los afiliados, y no cumplía con los estándares de calidad exigidos por el Instituto”.