San Vicente | Antes que se declarara la cuarentena por el coronavirus, varios vecinos de la zona rural de San Vicente venían trabajando en un proyecto, para que este vasto sector del distrito cuente con una capilla que atienda espiritualmente a los feligreses que, por razones de distancia, no pueden acceder a la Parroquia San Vicente Ferrer.
Entre los vecinos que elaboraron el proyecto se encuentran Virginia Lugo, Jorge Gómez y el fomentista Jorge Zatloukal, quienes le acercaron la propuesta al cura párroco Federico Piserchia, del cual tuvo una excelente recepción.
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Este pedido se fundamenta en que en la zona rural del distrito, la población ha crecido notablemente e involucra una superficie de más de 60 mil hectáreas. La situación de acceder a la Parroquia San Vicente Ferrer se dificulta por la distancia y ausencia de caminos adecuados.
“Una Capilla Rural podrá atender la demanda espiritual de los feligreses y proveer lugares sociales de congregación donde encauzar la vocación cristiana de nuestra comunidad rural, caracterizada por su sentimiento de solidaridad y espíritu de trabajo”, reza el proyecto.
«Creemos en una capilla, que no sólo sea un sitio de culto, sino además un ámbito para ayudar a los más necesitados”, afirmó Zatloukal, que además es el presidente de la Unión Vecinal Once Bocas.
“Día a día hay más apoyo. Ya tenemos una maestra mayor de obras que ofreció hacer los planos y dirección de obra, y un empresario ofreció donar parte de los materiales. Luego de la cuarentena -si Dios quiere- retomaremos el tema», sumó el fomentista rural, quien también recordó que aún les falta el terreno donde erigirla.
Este proyecto señala que la zona rural sanvicentina comprende: al oeste, la zona delimitada por la Ruta Provincial 58 hasta el límite con los partidos de Ezeiza y Cañuelas; y al sur, comprende desde la Ruta provincial 6 hasta el límite con los partidos de Cañuelas, General Paz y Brandsen, siendo la zona de Once Bocas, el punto central de la zona señalada.
El proyecto finaliza con una cita del obispo de Buenos Aires, Fray Sebastián Malvar y Pinto, que escribió a mediados de 1700, durante una visita a las diócesis y que dieron lugar al surgimiento de la Parroquia San Vicente Ferrer: “En varias partes carecen los diocesanos del preciso pasto espiritual; en unas por habitar distantes de las parroquias de que son feligreses; en otras por haberse multiplicado el vecindario desde sus primeros establecimientos y no poder los párrocos suminístraselo, en muchas por los ríos intermedios, y finalmente en las más, por la concurrencia de todos estos impedimentos”.