San Vicente | Desde hace varias semanas, vecinos de los barrios Eva perón, Santa Rosa de Lima y Pueblo de la Paz vienen soportando el accionar de varios jóvenes que, violando la cuarentena, realizan “picadas” con sus motocicletas hasta altas horas de la noche.
Estos vándalos, no sólo no respetan la cuarentena, sino que violan varias normas vigentes, poniendo en peligro sus vidas –que sería el menor de los problemas- y la de las demás personas que, ocasionalmente, puedan transitar por la vía pública.
Región | Se hace imperioso controlar las motos para terminar con los ruidos molestos.
Transitan a altas velocidades sin casco, sin luces, con escapes libres y realizando maniobras peligrosas. La actividad ilícita de estos energúmenos comienza una vez que cae la noche, aprovechando la nula presencia de la policía en la calle.
“Estamos cansados de esta gente. No podemos descansar porque pasan a cualquier hora haciendo un ruido ensordecedor y nadie hace nada”, afirmó un vecino de la calle Colombres, uno de los lugares elegidos para realizar sus “picadas”, ante la falta de reductores de velocidad.
Otras arterias donde realizan su “divertimento” son las calles Concejal Juan Dewey, La Rioja y hasta en la Autovía 6. “Desde la época de Di Sabatino venimos pidiendo que pongan lomos de burro, pero nadie nos da bola”, espetó una vecina del barrio Santa Rosa. “Este es un barrio donde siempre hubo chicos jugando en las calles, y tenemos que estar con el corazón en la boca por los autos y motos que pasan a altas velocidades”, sumó.
El problema de las motos es un tema que hemos abordado en infinitas ocasiones desde este medio, pero –lamentablemente- nunca hemos tenido la repercusión necesaria para que el mismo vea su final.
Parece ser que las autoridades comunales no quieren pagar el costo político de poner a esta “gente” en el lugar que les corresponde. La actual conducción de la cartera de Protección Ciudadana no hace honor a su título y es, prácticamente nulo, el accionar en contra de los infractores.
Esperemos que esta nota los despierte. También esperamos que la nueva conducción del Comando de Patrullas (a cargo del comisario mayor Daniel Bogado) inyecte en sus subordinados un poco más de compromiso con respecto a la represión del delito. ¿Qué esperamos? ¿Qué haya que formar una milicia para cuidar nuestros barrios y nuestros hogares? Esto no da para más.