Domselaar .: A partir de la iniciativa de un movimiento social, político y feminista del distrito, la localidad de Domselaar tendrá su primer hogar para mujeres en situación de vulnerabilidad por violencia de género. Funcionará las 24 horas con un equipo interdisciplinario, talleres de niños y niñas, además de cursos de oficios para empoderar y acompañar en el proceso de denuncia.
El refugio está ubicado en un predio cedido por el Municipio en Chacabuco al 400, entre Matienzo, Siena y O’Higgins. El proyecto surgió en 2017 con una encuesta sobre políticas de género realizada por promotoras territoriales de las organizaciones Seamos Libres, Movimiento Evita, MuMaLá y la Corriente Clasista y Combativa (CCC).
La referente de Seamos Libres Noemí Rivas aseguró que ese relevamiento dejó en evidencia que el distrito de San Vicente padece una “falta de recursos” para el acompañamiento de las víctimas de violencia de género. “Lo único que existe son la Comisaría de la Mujer, que no está llevando a cabo bien ese tema; y un programa municipal de Erradicación de la Violencia hacia las Mujeres”, indicó.
Por este motivo, su agrupación -junto a cooperativistas de la Confederación de Trabajadores de la Economía Social (CTEP) y el Ente Regulador de Organizaciones- comenzaron a gestionar los recursos para el proyecto de un hogar clase 2 que funcione las 24 horas y brinde asistencia a las víctimas con un equipo interdisciplinario de psicólogos, abogados y trabajadoras sociales.
Domselaar fue la localidad elegida, ya que consideraron que es “la más abandonada por las distintas gestiones gubernamentales y presenta varias carencias” en materia de infraestructura, salud y servicios públicos.
Entre las instalaciones de hogar, habrá tres consultorios, dos baños (uno de ellos para personas con discapacidad), un salón de usos múltiples y una galería al aire libre de 9 por 4 metros. La necesidad de funcionar las 24 horas responde a que a las víctimas sientan que “no están solas, tengan contención, acompañamiento y seguimiento al hacer la denuncia, empoderarse y salir de ese círculo de violencia”.
“En San Vicente, las mujeres en situación de violencia son enviadas a La Plata. Muchas no tienen ni 10 pesos en la SUBE. Ante la imposibilidad de poder acceder, las víctimas se quedan con sus agresores porque no tienen recursos para moverse, lo que muchas veces termina en un femicidio”, advirtió Rivas.
Además contarán con talleres de niños, que recibirán contención mientras sus madres son asesoradas; y de oficios para que las víctimas puedan tener una salida laboral o formar parte de una cooperativa.
En la actualidad, el refugio está en construcción. Las organizaciones están gestionando otro módulo para que Nación baje nuevos recursos. “Por desgracia, nos falta bastante todavía, ya que sólo contamos con los recursos de Nación, que tardan en llegar”, explicó la referente.