San Vicente .: El Concejo Deliberante de San Vicente aprobó sobre tablas un nuevo proyecto de comunicación que pide al Ejecutivo municipal el cumplimiento de la ordenanza 3.199, que regula la circulación de tránsito pesado en la zona urbana del distrito, así como su ingreso y egreso desde la Ruta 58 y Rivadavia.
El proyecto 6.467, presentado por el concejal del Frente Renovador (FR) Juan Montalvo, fue aprobado durante la última sesión ordinaria del HCD, que se realizó el pasado martes 16 de abril. El cuerpo quedó conformado por quince ediles (Leandro Ameri, Diego Barralle, Graciela Biscaldi, Adriana Boccalandro, Graciela Bustamante, Claudia Gantus, Gastón Lodigiani, Pedro López, Andrés Lorusso, Nicolás Mantegazza, Jorge Massatti, Montalvo, Walter Pérez, Natalia Sánchez Jáuregui y Anahí Vázquez), mientras que los ausentes fueron Roberto Armirotti, Claudia Ramos y Federico Tomazín.
Montalvo aseguró que existe “una falta de cumplimiento” sobre el ordenamiento y circulación del tránsito de camiones en San Vicente, a pesar de que hay una ordenanza que lo regula, sancionada desde el 6 de abril del 2000.
La gran explosión demográfica, que conlleva una mayor cantidad de vehículos, requiere estas medidas de seguridad, explicó en el proyecto, por lo que es necesaria la implementación de esa legislación que establece las zonas y límites impuestos para el tránsito pesado.
Una de las arterias de la ciudad cabecera donde transitan “infinidad de camiones de todo porte y peso” es la calle San Lorenzo, entre Rivadavia y Biocca, lo que “obstaculiza el paso de motos, automóviles y bicicletas, en especial ambulancias,” ya que San Lorenzo y su continuidad (Sargento Cabral) es el tramo directo hacia el Hospital local Ramón Carrillo. Esto representa un serio peligro para los vecinos y vecinas, sostuvo.
El paso y peso de camiones también hundió y rompió el asfalto de San Lorenzo, en su cruce con Rodríguez Peña, otro peligro más a la circulación de autos particulares.
Por este motivo, el HCD elevó al Ejecutivo que cumpla con la ordenanza y que coloque carteles que indiquen los lugares habilitados y prohibidos para la circulación de camiones. El tránsito pesado sólo puede circular por Aristóbulo del Valle y Rivadavia; y Aristóbulo y Biocca; mientras que está prohibido en San Lorenzo y Rivadavia; y San Lorenzo y Biocca.
Una deuda
El control sobre la circulación de camiones de gran porte por las calles sanvicentinas es una de las grandes deudas de este gobierno municipal con sus vecinos. Estos vehículos son los culpables de que muchas calles de asfalto y de tierra están intransitables en forma continúa.
Una muestra de cómo los camiones destruyen todo a su paso es la calle Adolfo Korn, entre Rivadavia y Rodríguez Peña, arteria que está totalmente destruida, yaque varios vecinos estacionan sus camiones con carga completa todos los días de la semana.
Durante el gobierno de Brígida Malacrida –con buen tino- aprobaron ordenanzas que prohibían la circulación y estacionamiento de camiones por casi todas las calles que componen los cascos céntricos de las ciudades del distrito. Hasta habían designado un predio (Almirante Brown, entre Walsh y Amoretti) para construir una playa de estacionamiento para camiones y sus remolques, pero ni el gobierno de Daniel Di Sabatino ni el de Mauricio Gómez lo pusieron en práctica.
Sin ningún tipo de restricciones, vemos a diario a camioneros inescrupulosos pasearse con esas moles por el centro de San Vicente, ingresan a la ciudad por avenida Rivadavia (cuando lo tendrían que hacer por Almirante Brown) y todo a la vista de las autoridades que tendrían que controlarlo.
En varios puntos del distrito colocaron carteles que indican la prohibición de circulación de tránsito pesado, pero eso no alcanza, porque sabemos ya cómo somos los argentinos para trasgredir las normas. Hace falta una mano firme que controle y multe a quienes no cumplan con la ordenanza.
La Policía Local, en su puesto ubicado en la curva “El Pampero”, realiza controles vehiculares a autos, camionetas y motos, pero cuando pasa un camión con su remolque hasta el tope de carga, miran para el otro lado, como si tuvieran una orden superior de no pararlos.
Lo más triste de todo esto es que decenas de calles sanvicentinas sufren a diario el deterioro por la falta de control municipal. Controlan las motos, nos parece bárbaro. Revisan a los autos que ingresan al distrito, nos parece genial. Pero los camiones ¿tienen coronita?.