Concordia | El sanvicentino Gastón Iansa, ganó su primera carrera en la Clase 3 del Turismo Nacional, en el marco de la sexta fecha del calendario 2021, en una jornada que difícilmente se pueda olvidar.
“El Misil de San Vicente” venía con la racha adversa, producto de las fallas consecutivas que su Toyota Corolla venía teniendo en las últimas cinco carreras en las que –incluso- debió abandonar en dos ocasiones. Pero la mala racha de se dio vuelta y el de San Vicente pudo festejar en Concordia.
En el medio hubo de todo, hasta una suerte de exorcismo, que se le hizo al auto por parte de su mamá Leticia y sus amigos incondicionales, quienes, un poco jugando y un poco en serio, decidieron meter mano y curar al “ponjita” como apodó Gastón a su Toyota Corolla. Es creer o reventar.
Claro que, a la hora de la verdad, y tal como lo había señalado hace una semana Iansa al Equipo Activa Sport, el equipo que comanda Ernesto “Tito” Bessone, realizó muchos cambios en el auto, con piezas nuevas y cambio de todo lo que pudiera afectar el funcionamiento del auto, sobre todo en la parte eléctrica, donde existen muchos componentes y sensores que controlan toda la electrónica de la maquina 155.
Con ese panorama, Iansa comenzó el fin de semana con un inmejorable primer tiempo en los entrenamientos, y un cuarto puesto en la clasificación que lo depositaron en el segundo cajón para disputar la serie del domingo por la mañana; serie que terminó ganando a pesar de haber llegado segundo en pista a 29 milésimas de Mariano Werner, luego de la exclusión del piloto entrerriano por violación del reglamento por parte de sus mecánicos en zona de Parque Cerrado.
La final en Concordia
Con Werner en el final del pelotón, pero con Leonel Pernía en la pole position, la cosa seguía siendo complicada, pero otra vez, gracias a una gran largada del sanvicentino, logró saltar a la punta “durmiéndolo” a Pernía en el arranque, y antes de llegar a la curva uno, para adueñarse de ese lugar y no soltarlo hasta la bandera a cuadros en una carrera que tuvo de todo.
Incluso un auto de seguridad, a cuatro vueltas del final, que juntó a todo el pelotón cuando Iansa ya le había sacado más de cuatro segundos al Ford Focus de Antonino García, al que de todas maneras logró aventajar por casi dos segundos después del relanzamiento.
Al promediar la carrera, Leonel Pernía comenzó a atacar a García y logró arrebatarle el segundo lugar, para poder ir a la caza de Iansa; cosa que hizo hasta la vuelta once, cuando su Ford Focus dijo “hasta acá llegué” y lo mandó derecho a boxes, dándole más tranquilidad al “Misil de San Vicente” para encarar la segunda mitad de la carrera y con rivales en pista a más de cuatro segundos de distancia.
Sentido de pertenencia | Gastón Iansa cerró su nota en la TV Pública con un «¡Vamos San Vicente, carajo!», dedicándole el triunfoa su ciudad.
No fue una carrera más para Iansa, porque venía golpeado anímicamente, pero fuerte de espíritu, con la convicción de que esta vez las cosas iban a tomar otro rumbo. Todo se fue alineando para que el sanvicentino lograra su primer triunfo en la clase mayor y emocionara a todos con sus lágrimas desde el auto en la vuelta de honor.
Cada sanvicentino y cada vecino de la región, deben sentirse muy orgulloso y muy bien representado por este joven deportista que sigue demostrando que no existen las casualidades, sino las causalidades, a partir de un trabajo serio y comprometido, pero muy humilde y con los pies en el suelo.
Porque a pesar de todos los elogios que recibe de parte de la prensa especializada y de todos sus colegas, muchos de ellos ya consagrados, nada lo marea y sigue siendo el mismo pibe de barrio de siempre, educado y amable con los demás, orgulloso trabajador en la carnicería de sus padres, buen hermano y gran amigos de todos.
Vamos San Vicente, carajo
El “¡Vamos San Vicente Carajo!” que Iansa espetó ante las cámaras de televisión, fue el detonante de la locura de quienes los siguen a muerte en cada carrera; y porque no del resto de los sanvicentinos que estaban siguiendo la carrera al pasar. Ese desahogo con un enorme sentido de pertenencia movilizó a sus seguidores a recibirlo con bombos y platillos.
Así fue, que en la noche de ayer cerca de 50 autos, en caravana, lo recibieron en el cruce de la avenida Sarmiento con la Ruta 6 y recorrieron el centro sanvicentino ante el aplauso de los vecinos.
Es un nuevo comienzo para el sanvicentino, que si bien está lejos de los primeros puestos del campeonato, tiene por delante seis fechas más para demostrar de que madera está hecho.