En la Argentina, el 87,4 por ciento de las niñas, niños y adolescentes de entre 4 y 17 años son usuarios de Internet. Se han convertido en actores protagónicos de la llamada Revolución 4.0 que, entre otros aspectos, se caracteriza por un fuerte impacto de la Inteligencia Artificial en los entornos digitales y en las telecomunicaciones.
El 28 de enero se celebra, en todo el mundo, el Día de la Protección de Datos Personales. Es una iniciativa que surgió a partir de un primer impulso dado por el Consejo de Europa y la Comisión Europea para concientizar sobre la importancia de proteger la privacidad y afrontar los nuevos desafíos de la era digital en todo el mundo.
En ese sentido, una cuestión pendiente que deberemos abordar en nuestro país, más temprano que tarde, es cómo hacemos para proteger los datos personales de las y los niños, niñas y adolescentes que pueden estar en riesgo ante el desarrollo constante e incesante de los niveles de conectividad.
La Ley 25.326 de Protección de los Datos Personales fue sancionada hace más de 21 años cuando las redes sociales eran aún incipientes. Más allá de algunas modificaciones muy puntuales, el lapso transcurrido hace evidente que se requiere que avancemos en un nuevo marco normativo que sea acorde a los avances tecnológicos y culturales registrados en las últimas décadas.
A su vez, la norma en cuestión quedó desfasada respecto al tratamiento específico que se le tiene que dar al derecho a la privacidad contemplado en la Ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de niños, niñas y adolescentes, sancionada en 2005.
Eso no es todo: la Ley 25.326 también quedó desfasada ante el nuevo Código Civil (año 2015) que regula derechos vinculados a la titularidad y difusión de los datos personales en general. En todos los casos mencionados, se trata de normas muy importantes en nuestro ordenamiento jurídico.
Debemos, además, fomentar intensas campañas de concientización sobre la base de una política pública que sirva para prevenir y sancionar posibles violaciones de los derechos en el uso de Internet.
Desde el Observatorio de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Defensoría del Pueblo emprendimos este año una nueva campaña de prevención destinada a niñas y niños de hasta 12 años, que se suman otras acciones como es la guía de protección de la privacidad en las redes más usadas por las y los adolescentes: Instagram, TiKTok y Whatsapp.
Asimismo, consideramos oportuno la difusión de herramientas de control parental como Family Link que ayudan a padres y madres a mantenerse al tanto del contenido que exploran sus hijos en celulares o tablets. Es gratuita, puede bajarse de cualquier store y permite establecer algunas reglas digitales básicas para las familias.
En definitiva, desde la Defensoría buscamos realizar aportes que sirvan a una adecuada articulación de mecanismos de participación, autoprotección y diálogo intergeneracional que involucren a familias, comunidades y al propio Estado.