San Vicente .: Como consecuencia del aumento de microbasurales y el descontento por la cantidad de residuos acumulados en distintos puntos del distrito, la Municipalidad de San Vicente está llevando a cabo charlas en los barrios para concientizar sobre las ordenanzas vigentes y comprometer al vecino con la limpieza. “Hay una cuestión cultural de muchísimos años de no exigir nada”, aseguró el secretario de Servicios y Espacios Públicos, Fabián Camussi.
Bajo la consigna “Por una ciudad más limpia”, el Municipio difundió a través de folletos y en sus redes sociales las ordenanzas vigentes en el distrito sobre el tratamiento de la basura y la limpieza. Una de ellas es la 1.574/81, que prohíbe el arrojo de aguas servidas a calles y zanjas; y la obstrucción de las zanjas con ramas y residuos.
Otra de las ordenanzas es la 4.197/09, que insta a cada frentista a colocar su canasto de residuos. El cesto deberá tener 1,50 metros de altura para evitar ser alcanzado por animales callejeros y está prohibido atar bolsas a los postes y pilares de luz por peligro de electrificación. “Que el vecino tenga un canasto de basura en su casa obliga al recolector a dirigirse a esos lugares y evita que se generen microbasurales”, explicó Camussi en diálogo con Al Sur.
Cómo implementar estas normativas y qué residuos pueden recolectarse son algunas de las temáticas que ocupa al personal de Servicios Públicos durante las charlas que encabezan en los barrios. Además, charlan sobre “las problemáticas puntuales de los vecinos, el compromiso de mantener limpieza y coordinar la recolección durante los días de lluvia” cuando los camiones no pueden pasar por algunas calles de tierra.
“En la actualidad, no contamos con los camiones suficientes para pasar con cierto grado de frecuencia por todos los barrios. También estamos mejorando la red vial para que puedan pasar los camiones. Todo eso es un trabajo que nos lleva mucho tiempo”, afirmó.
A estas recomendaciones, Servicios Públicos pide a los vecinos que el frente de las casas debe permanecer limpio con el pasto corto y la zanja libre para que “el agua corra y no estropee la calle”. “Son cuestiones que hacen durar las obras que haga el Municipio de los barrios y hacen al día a día de la recolección de residuos”, destacó Camussi.
Los comerciantes céntricos, por su parte, deben sacar las bolsas con basura de lunes a lunes sólo en el horario de 19 a 21.
Las ramas deben arrojarse atadas. El vecino que realice la poda, deberá coordinar con el camión recolector a través de un llamado al Corralón Municipal. Una vez retiradas las ramas, tendrá que esperar una demora de 40 a 45 días para volver a sacar, así se evita que permanezcan mucho tiempo en la calle.
Tanto los residuos domésticos como elementos en desuso pueden ser retirados por el Municipio, con excepción de los desechos de obra, para los cuales el vecino debe contratar un volquete. Para la recolección de electrodomésticos (como heladeras, lavarropas, computadoras o televisores), recomiendan coordinar con el Corralón Municipal para su retiro, debido a que esos elementos tienen un tratamiento especial.
“Hay una cuestión cultural de muchísimos años de no exigir nada. Arrancamos con un esquema de llamados de atención a los vecinos. Estamos gestionando la capacitación de inspectores con el juez de Faltas, quien dijo que hace más de quince años que no se aplica ningún tipo de control al respecto, así que hay que volver a trabajar la concientización en los vecinos”, indicó el funcionario.
Para coordinar con el Corralón Municipal o denunciar el arrojo de aguas servidas, los vecinos pueden comunicarse al número telefónico (02225) 48-3710.