San Vicente | Ayer por la tarde, una mujer policía que circulaba por la Autovía en su moto, fue atropellada por otro motovehículo, y cuando se encontraba en el piso con dos fracturas, fue rodeada por los maleantes que le robaron su arma reglamentaria, dejando a la uniformada abandonada.
El hecho ocurrió en el marco de un descontrol generalizado con respecto al tránsito de motociclistas, que ignorando todas las normas vigentes, circulan a toda hora del día corriendo picadas y generando ruidos molestos.
San Vicente | Vecinos denuncian picadas de motos a altas horas de la noche.
Antes de la caída del sol, la policía Delma Acosta (30) realizaba el recorrido entre Cañuelas –donde vive- y Quilmes –donde se desempeña- por la Ruta 6 en su motocicleta Yamaha. Al llegar a la altura de la calle Colombres, en San Vicente, otro motociclista que se encontraba parado en el retome que allí existe, le cruzó su moto, provocando la caída de la agente.
Acosta resultó con una fractura expuesta a la altura de su rótula derecha; y otra en su brazo diestro. Sin embargo, el causante del accidente y sus acompañantes, rodearon el cuerpo de la policía, le sustrajeron su arma reglamentaria y huyeron del lugar dejando una moto abandonada, una Corven 110.
Luego de permanecer más de 20 minutos tirada en el asfalto, Acosta fue trasladada al hospital Ramón Carrillo, donde se le efectuaron las primeras curaciones. En tanto la policía comenzó a investigar el paradero de los delincuentes.
La investigación no tardó en dar sus frutos, ya que los delincuentes son conocidos por todos y pertenecen a un grupo de jóvenes que se dedican a realizar vandalismo en distintas partes de la ciudad, sobre todo en los barrios La Pulpería, Pueblo de la Paz, Eva Perón y Santa Rosa de Lima. En las primeras horas de la noche, la policía realizó un allanamiento en la calle Rawson al 3.000, donde detuvo al autor del accidente.
Se trata de un menor de 16 años, identificado como Sebastián I, que presentaba heridas en su rostro, producto del choque con la motocicleta de Acosta. El precoz delincuente fue trasladado a la Comisaría Primera de San Vicente. El menor manifestó que, cuando era socorrido por sus cómplices, vio que otro menor –apodado El Chaqueño- había tomado el arma de la uniformada.
Con los datos aportados por el menor, una comisión policial se trasladó a la calle Rawson al 3.000, en el barrio Biocca, donde divisó a un grupo de jóvenes en moto, que manipulaban un arma de fuego. Ante la presencia policial, los delincuentes huyeron del lugar, arrojando la pistola, que a la postre, resultó ser el arma robada a Acosta.
Con el testimonio del menor detenido, ahora se busca intensamente a los otros tres delincuentes que actuaron con Sebastián, dos masculinos y una mujer, que también vivirían en la zona.
Más allá del hecho delictivo cometido contra una oficial uniformada, este ilícito se dio en el marco de un descontrol generalizado de jóvenes que asolan esta parte de la ciudad con sus motocicletas. Estos vándalos, que no respetan ni la cuarentena ni las normativas vigentes actúan en cualquier momento del día y ante la mirada pasiva de las autoridades.
Minutos antes de este hecho, varios motociclistas se encontraban realizando picadas ilegales sobre la Autovía 6 y, según testigos, los cuatro delincuentes formaban parte de ese grupo de inadaptados.
Es imperioso que tanto el Municipio –a través de su estática Secretaría de Protección Ciudadana- y la Policía realicen estrictos controles, para sacar de circulación a estos inadaptados.