La Plata | Ayer jueves, se llevó a cabo la cuarta jornada del juicio oral a Luis Alberto Ramos, por la desaparición del joven trans sanvicentino Tehuel de la Torre. Por el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de La Plata desfilaron once peritos y funcionarios policiales que participaron del allanamiento a la casa del imputado, y de las pericias que pudieron reconstruir las últimas localizaciones del joven.
Durante el primer allanamiento a la casa del imputado, los peritos recabaron pruebas fundamentales que son las que permitieron que se llegue a juicio, aun cuando Tehuel continúa desaparecido: la carcasa de un teléfono, un pedazo de tela, manchas de sangre en una pared y restos de una campera azul y roja, con detalles blancos, combustionada.
Las características de la campera son similares a la que usaba Tehuel el último día que lo vieron y también, las que le permitieron a la testigo Sofía V. – funcionaria de la DDI de La Plata- rastrearlo en las cámaras de seguridad de un supermercado chino de la zona.
Los peritos reconocieron haber encontrado restos de la campera azul y roja de Tehuel en la casa de Ramos.
Consultada por la fiscalía sobre si recordaba la ropa que llevaba puesta la persona a la que intentaban rastrear dijo que sí “porque tenía una campera muy particular azul, con líneas blancas en la parte delantera y la capucha color rojo”. En este sentido, enfatizó en que esto le permitió reconocerlo porque era la misma que el joven llevaba en la foto que figuraba en la búsqueda de paradero.
A la testigo se le mostraron las imágenes de los rastros encontrados en la casa de Ramos, a ver si podía identificarlos como la campera que llevaba Tehuel en el último registro en que se lo ve, y aseguró no poder hacerlo porque “estaba muy destruida”.
En la audiencia también dieron testimonio los peritos de la policía científica Piro, Paz y Navamuel que, con las fotos recolectadas en la causa, explicaron cómo fue el hallazgo de las pruebas.
En la parte exterior de la vivienda fueron encontradas la tapa trasera de un teléfono Motorola y el resto de la campera, “un fragmento de tela combustionada”, sobre una ligustrina. Dentro de la vivienda, sobre una pared amarilla, arriba de una salamandra -en la que hallaron dos envoltorios de preservativos- identificaron “pequeñas manchas pardo rojizas” que se identificaban a simple vista. Estas manchas fueron analizadas por el bioquímico, Darío Flores -que declaró durante la jornada-, e identificó que se trataba de muestras compatibles con sangre humana.
Poco después de su detención, la casa de Ramos fue destruida por manos anónimas.
En las inmediaciones de la casa de Ramos también se encontraron con los dos preservativos que, consultados por la Fiscalía, no pudieron precisar si habían sido o no utilizados; y una “cantidad de perros” que llamó la atención a los peritos: “los canes estaban en todo el terreno, algunos atados otros sueltos”, precisó uno de los indagados.
Entre las pericias incorporadas en la causa que analiza el tribunal platense, también se encontró en uno de los teléfonos peritados, una foto en la que se ve a Oscar Montes – también imputado como coautor de asesinato con fecha de juicio en espera-, a Ramos y a Tehuel.
Carlos Gianni Nouzelles, peritos informático, contó durante la audiencia que pudo recuperar los datos del teléfono de Tehuel a partir del acceso a la cuenta de Gmail del joven, lo que le permitió – con los datos cargados en la nube, no accesibles para el ciudadano de a pie- determinar que la última hora de conexión del joven habría sido pasadas las 00 horas del día 12 de marzo.
Luis Alberto Ramos fue detenido el 23 de marzo de 2021 en Avellaneda. Los efectivos policiales lograron encontrarlo después de rastrearlo en Wilde, en Dock Sud, y de vuelta en Wilde – en las inmediaciones de la casa de su ex pareja y sus hijos-. Ese día Ramos estaba “bajo los efectos del alcohol o de algún estupefaciente”, declaró el policía González, quien también aseguró que el acusado “no se resistió” pero que tenía un estado “muy desalineado, hacía días que no se bañaba”; lo subieron al patrullero y Ramos “se durmió”. Entre sus pertenencias encontraron un cuchillo y pastillas de clonazepan.
El último testigo de la jornada fue Guillermo Galván, jefe de la Policía Científica de San Vicente, que participó en varios de los peritajes de la causa y que dio cuenta que “en una de las intervenciones para realizar un peritaje, cuando llegamos la casa de Ramos estaba demolida”.
Las audiencias del juicio continuarán durante hoy, y la Fiscalía espera que el personal policial pueda dar con uno de los testigos de la causa que no se presentó a declarar y tampoco pudo ser hallado en su domicilio. Serán 12 los testigos que declaren para intentar esclarecer qué pasó con Tehuel de la Torre.