Guernica | 12 familias de 8 manzanas del barrio Parque Americano, o el sector que algunos llaman Las Torres de Guernica, viven una situación angustiante y estresante, tras el recomienzo de las obras en el Tramo 3 de la Autopista Presidente Perón: sus viviendas quedaron en el medio de los trabajos que realizan Vialidad nacional, para proseguir con la construcción del puente sobre la Ruta 210 y las vías del ferrocarril.
Tras el triunfo de Javier Milei en Nación, el Gobierno Nacional anunció la paralización de toda la obra pública en el país, pero hace cuatro meses atrás, sin ningún anuncio, Vialidad Nacional recomenzó con los movimientos de tierra para realizar el terraplén, y culminar la parte Este del puente inconcluso de la megaobra.



Tres de las propiedades que se encuentran aisladas y en medio de la traza de la autopista.
Este sector de la traza ya viene con problemas, desde que los gobiernos nacionales anteriores comenzaron con la obra. Incluso estuvo parada en ese tramo porque los vecinos consideraban que el Estado nacional les proponía muy poco dinero por las propiedades que pretendían expropiar.
La solución fue parcial, pues tras arreglar con los vecinos quedaron algunos “colgados”, a los que nunca llamaron para negociar su éxodo de la zona de obra, y ahora sufren las consecuencias, con maquinaria trabajando alrededor de sus propiedades todo el día, rodeados de tosca y sin poder salir de sus hogares los días de lluvia.
Incluso los responsables de la obra han clausurado distintas calles del barrio con montículos de tierra, evitando que los pocos vecinos del barrio puedan movilizarse. Esta acción también produjo la obstrucción de los zanjones aledaños, provocando el estancamiento de las aguas de lluvia, inundando las pocas manzanas que quedaron fuera de la traza, los días de intensas lluvias.


Estado en el que quedan las calles los día de lluvia por la obtrucción que realizó Vialidad Nacional.
Al Sur Web dialogó con María, una de las vecinas que quedaron literalmente aisladas del resto de la ciudad. “Somos 12 familias, distribuidas en 8 manzanas, que vivimos una situación angustiante y estresantes. Ya no sabemos con quien hablar y a quien quejarnos”, manifestó la mujer damnificada por la obra. “El ingeniero de la obra, cuando nos atiende, le pedimos que no nos dejen aislados, pero se desentiende diciendo que recibe órdenes de Vialidad”, sumó.
“imagínense tener a un montón de máquinas trabajando todo el día alrededor de tu casa, rajando las paredes por la vibración. Vivimos en un pozo, que cuando llueve se llena de agua y todo lo que digas cae en saco roto, porque nadie te da una respuesta. ¿Querrán que agarremos nuestras cosas y abandonemos nuestros hogares? No lo vamos a hacer sin luchar”, sentenció la vecina.
Los vecinos quieren una solución, que el Estado municipal interceda por ellos ante Vialidad nacional y el Gobierno Nacional. Esta solución se ve lejos, teniendo en cuenta el autoritarismo y el desprecio por el semejante que tiene el presidente de la Nación y todo su entorno.