Alejandro Korn | Desde hace unos años atrás, el barrio alejandrino Matadero se ha convertido en tierra de nadie. O mejor dicho, en tierra de dos bandas mafiosas que se disputan el territorio y, que le hacen cada vez más difícil la vida a los vecinos que quieren vivir en paz. Una de las facciones es originaria del barrio, mientras que la otra llegó hace unos años atrás y se hacen llamar “Los de Lomas”, ya que procedían de ese municipio sureño.
A esta última banda pertenece Thiago J, un menor de 16 años con un frondoso prontuario, que ya ha sido detenido por la policía en varias ocasiones y que, por desición de la Justicia, recupera la libertad a los pocos minutos de haber ingresado a la comisaría. Thiago J, a pesar de su corta edad ha sido aprehendido en varias oportunidades por delitos de robo, violencia o tenencia de arma, entre otros, sin embargo, quienes tienen que hacer justicia y sacar a esta lacra de las calles, hacen la vista “gorda”.
En el mes de julio pasado, la Justicia del Joven (quien entiende en el caso de menores de edad), resolvió mantener detenido y alojar en un instituto de menores a Alejandro Espíndola, otro menor del barrio Matadero que, entre otros importantes delitos, había atacado y golpeado a una nena de 13 años para robarle el celular. El hecho tomó trascendencia nacional por la presencia de los canales de televisión capitalinos, y tal vez ese fue el único motivo por el que la Justicia dejó de “rascarse” y puso las barbas en remojo.
En el día de ayer, Thiago J fue detenido nuevamente, en esta oportunidad por el delito de “encubrimiento”, ya que en su poder se encontró una motocicleta Motomel Blitz 110, que había sido robada el sábado pasado en Alejandro Korn. El precoz delincuente tenía escondido el rodado en una vivienda de la calle Los Plátanos 1180, donde la policía ingresó con la anuencia de su madre, y la secuestró.
El joven, con tan solo 16 años, tiene un frondoso prontuario de delitos en la comisaría de Alejandro Korn.
Nosotros, como periodistas y vecinos del distrito, estamos cansados de ver y relatar como muchos delincuentes menores de edad son aprehendidos por la policía, y dejados en libertad por los fiscales y jueces de turno, en este caso puntual, la doctora Lovera de la Unidad Funcional de Instrucción del Joven 1 de La Plata.
¿Qué esperan estos funcionarios judiciales? ¿Qué San Vicente sea noticia de nuevo y ocupe horas en las pantallas de la TV, para actuar? Es hora de que se tomen medidas ejemplificadoras. Que los políticos de turno realicen una verdadera reforma judicial y que echen de una patada en el culo a jueces y fiscales sin compromiso, que en lo único que piensan es en el suculento sueldo que reciben por “hacer la plancha”.