Los orígenes del partido de San Vicente datan del 24 de octubre de 1580, año en que Juan de Garay, fundador de la ciudad de la Santísima Trinidad y puerto de Santa María de los Buenos Aires, inició como política colonial la entrega de tierras, cercanas a la actual Capital Federal. Así se comenzó a poblar San Vicente y a escribir su rica historia.
Caminar las antiguas calles de San Vicente tiene un encanto atemporal, proveniente de viejas construcciones, donde la comunidad fue dejando huella, en su arquitectura.
Una de las primeras normas en proteger el patrimonio arquitectónico fue la ley nacional 12.665, sancionada en 1940 a instancias del historiador Ricardo Levene (h). Posteriormente, la Constitución de la Provincia de Buenos Aires en 1994 declara que la Provincia preserva, enriquece y difunde su patrimonio cultural, histórico, arquitectónico, arqueológico y urbanístico (artículo 44) en concordancia con el artículo 41 de nuestra Carta Magna. Así surgen las leyes provinciales 13.599 y 10.419 sobre patrimonio histórico.
A nivel local, en el año 1999 se aprueba la Ordenanza 3.167. La misma apuntó a crear un marco legal y comisión, para preservar el patrimonio arquitectónico e histórico de San Vicente y crear una comisión asesora. Posteriormente se aprueba la ordenanza 3.246 que protege el casco histórico, al declarar patrimonio arquitectónico el trazado histórico de la ciudad de San Vicente.

Puente de las Once Bocas, en la zona rural de San Vicente.
Aún restan medidas de protección para sitios y edificaciones de Domselaar y la zona rural, entre ellos -y a mi entender- el puente de Once Bocas y la Pulpería La Polvareda, donde se filmaron las películas “El casamiento del Laucha” y “Amigos para la aventura”, que tuvieron como protagonistas a Luis Landriscina, Carlos Monzón y Palito Ortega, además de ser una antigua referencia de la zona. Centenarios cascos de estancias como La Providencia o La Fortuna, con una rica historia, también deberían ser preservados.
Afortunadamente se avanzó en un grupo de normativas que protegen diversos edificios y sitios, entre las que se destacan las siguientes ordenanzas:
3.245, que declara patrimonio arquitectónico el Cementerio Histórico de San Vicente; la 3.268 que declara patrimonio arquitectónico al Castillo de la Familia Guerrero en Domselaar; la 3.336,que declara patrimonio arquitectónico al Centro Cívico de Alejandro Korn; y la 3.852, que declara patrimonio arquitectónico y cultural a la Sociedad Italiana de San Vicente.
La Posta de San Vicente
Hace más de una década el Gobierno Provincial, a instancias del senador provincial Antonio Arcuri, expropió un destacado inmueble privado, conocido como «La Posta», ubicado en las cercanías del cementerio. Esto se concretó mediante la Ley 13.667, de mayo de 2007, la que precisamente declaró de utilidad pública y sujeto a expropiación el inmueble.
Esa norma puntualizaba que «el inmueble, cuya expropiación se dispone por el artículo anterior, será destinado a la Municipalidad de San Vicente para el funcionamiento de áreas de Acción Social y Cultura».

La Posta de San Vicente.
Uno de los precedentes para la expropiación se halla en la ordenanza municipal 4.004 del mismo año, dónde se plantea la necesidad de preservar como patrimonio histórico cultural y arquitectónico de San Vicente el inmueble ubicado en avenida Gobernador Vergara entre Adolfo Korn y Pedro Quiroga.
En los fundamentos, la norma municipal expresa que el pueblo de San Vicente «surgió alrededor de la capilla construida al promediar el siglo XVIII por el doctor Vicente Pesoa al norte de la Laguna Del Ojo, sobre uno de los caminos reales que la comunicaba con Buenos Aires. Sobre ese viejo camino real, poco después de atravesar el puente (Piaggio), se había construido una posta «para recambio de caballada descanso del viajero”.
En 1856 comienza la mudanza del pueblo al lugar que hoy ocupa. Muchos de los vecinos del pueblo originario, edificado junto a la laguna abandonan sus casas y piden solares en el nuevo pueblo. La posta también se traslada y así en 1871 Polonia Leyva, viuda de Ávila, solicitó ante la municipalidad el otorgamiento de una fracción de terreno. Fue sobre ese lote, donde había estado instalada la posta del pueblo viejo, pues la tradición lugareña continuó llamando a ese lugar «la posta».
La destacada propiedad consta según la ordenanza, de una gran galería coronada por ocho enormes columnas, la enorme recepción dividida por tres enormes columnas con arcadas, rematada por una gran estufa para la leña, que servía para calefaccionar el amplio ambiente y también contaba con la iluminación artificial, que estaba dada por cuatro arañas de hierro de 14 luces cada una, lo que denota la suntuosidad del inmueble.
Domselaar
Isabel Echague, Francisco Vicente, Fabiana y Flavia Van Domselaar, entre otros, conjuntamente con el Centro Mutual de Jubilados de San Vicente, realizaron en 1994 el documental «Historias del Pago Viejo 1580-1994».


El Castillo Guerrero y la antigua iglesia Santa Clara de Asís,en Domselaar.
El excelente y poco conocido trabajo audiovisual, tiene en primer plano y como protagonistas, el testimonio de antiguos vecinos de nuestro distrito, quienes con lujo de detalles rememoran diversos aspectos de la vida social del pueblo y su historia.
La historia de la parroquia Santa Clara de Asís de Domselaar, es profusamente tratada desde el estilo gótico que proyecto el arquitecto Pedro Benoit a nuestros días y la historia del Castillo de la familia Guerrero, son abordados también en el documental.
Es necesario que, junto a la comunidad, desde el estado se asuma el relevamiento y puesta en valor de estas casas, verdaderos testigos presenciales de los orígenes de San Vicente y de incalculable valor histórico, para las futuras generaciones.