San Vicente | Tras la desición del intendente Nicolás Mantegazza de blindar el distrito para evitar la propagación del coronavirus en este territorio, aparecieron las primeras fallas en el sistema: no controlan como debieran a trenes y colectivos.
El sábado, el alcalde sanvicentino ordenó cerrar el distrito a la entrada de personas que no vivan en el mismo, como lo había hecho Ezeiza unas horas antes. Se establecieron cuatro puntos de ingreso y egreso, donde agentes municipales y policiales controlan, sobre todo, a las personas que entran al partido.
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El resto de los accesos, fueron bloqueados con montículos de tierra que impiden el paso de algunos vehículos. Decimos algunos porque los de menos porte, como motocicletas, continúan con su costumbre de no respetar nada.
La puerta trasera que tiene este sistema son los colectivos, los trenes y algunos agentes municipales que, como la mayoría de la gente, no ha tomado conciencia de la gravedad del caso y ceden ante los argumentos y el ruego de algunos para poder ingresar.
En los puntos de ingreso, los micros de pasajeros no son controlados exhaustivamente y en la estación de Alejandro Korn, directamente no hay nadie que realice los controles necesarios.
Sabemos que hay muchas personas exceptuadas de la cuarentena obligatoria que trabajan en territorio sanvicentino y que son de otros lugares, pero hay muchas otras que ingresan por motivos totalmente inválidos. Por eso sería una buena idea que el Municipio emita credenciales para sus agentes y otras personas que no puedan acreditar su estadía en la calle.
De esta forma, los vecinos de otros distritos que cumplan tareas en San Vicente no tendrían inconveniente para ingresar, y el resto podrá ser “deportado” por las fuerzas de control.