San Vicente | Parece ser que a quienes manejan el área de Protección Ciudadana en San Vicente, les queda muy grande el traje. Ya pasó un año de la asunción de las nuevas autoridades y el problema vial y de los ruidos molestos persiste en el ámbito de todo el distrito. Esta vez, vecinos de la avenida Biocca se quejan por los ruidos molestos que se provocan todos los fines de semana y feriados.
Desde que el Municipio tomó la sabia desición de cerrar el tránsito de autos y motos en el ejido lagunero, quienes antes realizaban desmanes en ese lugar, ahora optaron por hacerlo sobre el acceso principal a la Laguna del Ojo, provocando la ira de los frentistas de esa arteria, que todos los sábados, domingos y feriados tienen que soportar ruidos de escapes libres en motos y autos, música a todo volumen y personas tiradas en las veredas de sus casas bebiendo alcohol y hasta haciendo sus necesidades.
Pero lo más curioso es que desde la Comuna vienen organizando operativos de control durante la madrugada, pero no en los horarios puntuales en los que se realizan estas verdaderas “discotecas a cielo abierto”. Durante los primeros meses de gestión, algunas autoridades del área, consultadas por este medio, aducían la falta de vehículos, pero hoy, con ocho patrulleros nuevos, la cosa continúa exactamente igual.
Otras autoridades de menor rango afirman que están “cansados de secuestrar motos” y que desde el Municipio “se las devuelvan por que militó en la campaña o es pariente o conocido de alguna autoridad municipal o concejal”. Lo cierto es que por un lado se alienta la llegada del turismo de cercanía al distrito, pero por otro han dejado que San Vicente se haya convertido en una verdadera pista de carreras, en donde motociclistas y automovilistas no respetan nada.
Otra de las frases es “no los podemos correr porque si se caen nos pueden hacer juicio”. Les cuento, muchachos, que no hace falta correrlos. Si van los domingos a la tardecita a la avenida Biocca, los agarran a todos drogándose o tomando alcohol, con sus motos sin patente expuestas, esperando a que ustedes actúen como tienen que actuar.
Otro elemento fundamental es el alcoholímetro, que evitaría gran cantidad de accidentes de personas alcoholizadas al volante.
También existe en el mercado un artefacto que mide la emisión sonora de un vehículo. Creo que se denomina decibelímetro y el Municipio tenía varios hace algunos años atrás, que se deben haber descompuesto por la acción de las telas de araña. Es necesario comprar estos dispositivos y algunos alcoholímetros para hacer controles exhaustivos para establecer quien está en condiciones de conducir un vehículo y a quien se lo tienen que secuestrar.
Una Comuna que se precie de moderna tiene que utilizar la tecnología en bien de los miles de vecinos que quieren vivir en paz y tranquilidad, sin sobresaltos. Esta gente también vota.
Lo cierto es que se tienen que tomar medidas efectivas, ponerse delante del carro o tomar el toro por las astas. La frase hecha no importa. Lo que sí importa es velar por la tranquilidad de los vecinos que han elegido a San Vicente para vivir por su calma y sosiego, y han votado un gobierno para que haga cumplir las normas. ¿Cómo se logra esto? Poniendo a gente capacitada al frente de esta área, dándole las herramientas y la vía libre para poder actuar.