San Vicente | Tras las intensas lluvias del mes pasado, que descargaron poco más de 140 milímetros en pocas horas, los desarrolladores del barrio abierto Riberas de San Vicente vienen trabajando junto al Municipio en la limpieza del Arroyo San Vicente -que cruza al barrio de norte a sur- para evitar futuras inundaciones.
Según Gabriel Di Mateo, uno de los desarrolladores, la obstrucción de este cauce de agua con camalotes, ocasionó el anegamiento de parte de este barrio, ubicado sobre la avenida Presidente Perón al 1500 de la ciudad cabecera del distrito.

El taponamiento con camalotes de la especie eichhornia crassipes (Jacinto del agua) en el viejo puente de las vías del ferrocarril que unía Alejandro Korn con San Vicente, provocó que el agua no escurriera naturalmente hacia el río Samborombón Chico (Brandsen) y por este hacia el Río de la Plata a través del Samborombón.
«El puente quedó obturado por camalotes que con la lluvia extraordinaria, rebalsaron. De esta manera, el arroyo quedó tapado desde el puente del ferrocarril hasta el puente de la calle Alberdi, que está a 300 M de la ruta 6», explicó Di Mateo.
El Jacinto del Agua fue hasta hace poco el enemigo público número uno de los sanvicentinos, ya que fue el causante de la desaparición del espejo de agua de la Laguna del Ojo, principal atractivo turístico de San Vicente. Este camalote fue introducido por manos anónimas en el ecosistema de la laguna a principios de la segunda década de este siglo, produciendo estragos, que finalizaron con la limpieza realizada por la Comuna meses atrás.

En la actualidad, Riberas de San Vicente cuenta con 150 casas construidas y un total de 960 lotes a lo largo y ancho de su extensión. Como resultado de la inundación, la parte del fondo de Riberas se inundó por el desborde del agua. La situación generó preocupación entre los compradores de los lotes y quienes viven allí, que temen que la inundación se repita ante eventuales lluvias.
En este sentido, Di Mateo aseguró que ante las inundaciones, «inmediatamente trabajaron en conjunto con el intendente de San Vicente, Nicolás Mantegazza, para que esta situación no vuelva a suceder». El empresario contrató una draga, es decir, una máquina acuática que sirve para extraer los camalotes sumergidos y sacarlos a la superficie, para evitar nuevas obstrucciones. Por su parte, el Municipio está utilizando una retropala para despejar el arroyo desde los bordes.

Al ser un barrio abierto, la responsabilidad del espacio es compartida entre el municipio y la empresa desarrolladora de Riberas (Legocor S.A.), y en este sentido, ya fue aprobado el Convenio Urbanístico por el Concejo deliberante de San Vicente, que es lo que exige la legislación vigente para formalizar el acuerdo.
«Destaco el compromiso de Mantegazza, que trabaja en conjunto con la desarrolladora para solucionar y evitar futuros inconvenientes en la zona, estamos trabajando para mejorar las condiciones que el barrio necesita» resaltó Di Mateo.