Domselaar .: El histórico Castillo Guerrero de Domselaar está a la venta. Aquel que pueda desembolsar 3.700.000 dólares podrá quedarse con esta joya arquitectónica y patrimonio cultural del distrito de San Vicente. Fue construido en el año 1880 en un predio de 17 hectáreas y allí vivió la familia de Felicitas Guerrero, considerada el su época, la mujer más bella del país.
El Castillo Guerrero fue la locación de varios filmes de producción nacional, entre las que se destacan “El cuento de las comadrejas” de Juan José Campanella y “Crónica de una fuga”, de Adrián Caetano.
Hasta el año pasado el lugar pertenecía a Josefina Guerrero, sobrina nieta de Felicitas, quien con 89 años continuaba organizando las visitas guiadas a nuestra historia pasada.
Tras su muerte, los tres herederos firmaron un contrato con una inmobiliaria, que lo tiene en venta. Según contó a Al Sur Web uno de los hijos de Josefina, la intención no era venderlo, pero apareció una demanda de compra y firmaron una exclusividad con la firma Remax, que vencerá en cinco meses.
Si aparece el comprador, no solamente se quedará con el predio y el edificio, sino también con los muebles, libros, adornos y todo lo que tiene adentro. La edificación tiene 28 ambientes, cada uno promedia los 55 metros cuadrados y sus techos tienen cinco metros de altura. Todos los materiales fueron importados de Francia para su construcción.
La historia de Felicitas
Cuando Felicitas Guerrero tenía 14 años, su padre arregló un casamiento con Martín Gregorio de Alzaga, uno de los hombres más rico de la Argentina, que tenía 53 años. Con él tuvo dos hijos: uno que falleció de fiebre amarilla y otro que nació muerto. Un año más tarde quedó viuda. Solamente tenía 26 años, una belleza exuberante y una fortuna incalculable.
El médico Enrique Ocampo era uno de sus candidatos, quien todos los días le escribía una carta de amor. Sin embargo, Felicitas no correspondió ese amor, ya que estaba enamorada de Manuel Sáenz Valiente. El 30 de enero de 1872 Ocampo la asesinó por despecho, convirtiéndose ese hecho en uno de los primeros femicidios de nuestra historia.
Su familia, sin consuelo, construyó la iglesia Santa Felicitas, ubicada en Isabel la Católica 520 en el barrio porteño de Barracas, lugar donde había sido asesinada.
La leyenda urbana dice que por las noches, el fantasma de Felicitas aparece en el lugar y llora. Por eso los feligreses atan un pañuelo en las rejas de la iglesia y, si por la mañana aparece mojado, significa que Felicitas pasó y secó sus lágrimas.
Tras la muerte de su hija, los Guerrero mandaron a construir el castillo que hoy conocemos como “Guerrero”, que se encuentra ubicado a la vera de la Ruta Provincial 210, muy cerca de la entrada principal a la localidad sanvicentina.