San Vicente .: Con algunos cambios con respecto a su organización inicial, éste fin de semana se realizó la segunda edición de FestiSol, el festival solidario, que esta vez tuvo como único beneficiario a la Cooperadora del Hospital Ramón Carrillo. Los Bomberos Voluntarios se bajaron a último momento “por un cambio en las condiciones” que los perjudicaba económicamente, según informaron los servidores público.
Es que la fiesta, con una falta de previsión total, fue organizada para el día de la Primavera jornada que, por una ley provincial, no se puede comercializar bebidas alcohólicas en todo el territorio bonaerense. El grueso de los puestos gastronómicos que habían reservado su lugar vendían alcohol y pidieron un resarcimiento económico por las pérdidas que esta medida les ocasionaba.
Los Bomberos decidieron bajarse a último momento y optaron por instalar un puesto gastronómico en el ejido de la Laguna del Ojo, donde aprovecharon la gran cantidad de visitantes que tuvo el espejo de agua sanvicentino para juntar fondos.
FestiSol comenzó con un viernes muy flojo con respecto al ingreso de público, pero el sábado y el domingo el predio exploto. Hubo algunos puestos de emprendedores y un inmenso patio gastronómico que comenzaba en la entrada al Predio Ferial Vieja Estación y se extendía casi hasta el mismo escenario. También se instaló un parque de diversiones para los más chicos.
En el escenario se lucieron artistas locales, regionales y los números de mayor nivel que formaron parte de esta edición: el sábado Walter Encina y el domingo Los Charros.
Se hace difícil para un periodista sanvicentino que nació en el Hospital Ramón Carrillo y que lo ama tanto, escribir una nota sin que parezca una crítica, pero se van a tener realizar varios cambios si es que se realiza una tercera edición.
Este evento nació con la intensión de que Bomberos y Hospital recibieran los beneficios económicos que emanaran de la fiesta. Hay mucha gente que donó su tiempo (traducido en dinero, al fin), por lo que estaría muy bueno que todos los que forman parte de esta festividad donaran su participación, sobre todo si son vecinos de San Vicente.
Otro tema a tener en cuenta es la basura que genera la gente durante los tres días y que nadie junta. El lunes por la mañana daba vergüenza pasar por el predio y ver la gran cantidad de basura volando de un lado al otro del predio. En vez de contratar a números artísticos caros, sería mejor pagarle a cooperativistas para que al final de cada noche junten la basura del predio. Y encima, el dinero quedaría en el distrito.
Ya quedó demostrado que no hacen falta números artísticos rimbombantes para que una fiesta popular tenga éxito en San Vicente. Con que esté organizada medianamente bien es más que suficiente para que la gente se acerque.
Lo que se necesita en forma urgente es que el Municipio en conjunto con Defensa Civil y los Bomberos, dicten un protocolo para brindarle seguridad al visitante. Horarios de apertura y cierre del predio, horario para el cierre del escenario, decibeles a irradiar en los equipos de sonido y, por sobre todo, normalizar las conexiones eléctricas para alimentar los puestos.
Esperemos que se tome el toro por las astas, que Bomberos y Hospital revean la situación, que se forme una comisión organizadora que prevea las fechas del evento y que las dos cooperadoras salgan beneficiadas, que en definitiva es la finalidad de FestiSol.