San Vicente | El fallecimiento del médico Héctor Bornes golpeó duramente al sistema sanitario sanvicentino, que hoy por hoy vive una situación muy difícil, por la gran cantidad de infectados que tiene por COVID-19.
El deceso de Bornes se produjo ayer por la tarde en el hospital regional de la Cuenca Alta, muy pocas horas después de haber sido internado en ese centro de salud. El galeno estaba aislado en su casa desde el 14 de abril y ayer había recibido la noticia de que estaba infectado con coronavirus.
Ya es preocupante la propagación del COVID-19 en San Vicente.
Ese mismo jueves comenzó a sentirse mal y se presentó en el hospital Ramón Carrillo, donde fue inmediatamente trasladado al nosocomio cañuelense, donde dejó de existir. En un principio, Bornes tenía una sintomatología leve, pero ayer comenzó a tener graves problemas respiratorios.
El “Chino”, como todos los conocían, prestaba servicios en el hospital sanvicentino, el hospital municipal Ángel Marzetti de Cañuelas y la Clínica Privada San Vicente. Su esposa es la jefa de Pediatría del Carrillo y también se encuentra infectada con el virus.
Los municipios de San Vicente y Cañuelas decretaron 48 horas de duelo por el fallecimiento del galeno, que se convirtió en la segunda en este distrito, luego de la muerte del enfermero Silvio Cufré el sábado pasado.
Según el parte epidemiológico emitido por el Municipio ayer, de los 17 casos confirmados, se produjeron dos fallecimientos. También se informó que se realizaron 95 hisopados, de los cuales 72 dieron negativo y 23 están esperando el resultado. Extraoficialmente trascendió que el número de hisopados habría aumentado notoriamente luego de la muerte de Bornes.