San Vicente .: Desde hace dos años, la doctora Liliana Alberino padece la impotencia de que alguien esté usando su matrícula MP 111039 para atender pacientes. Detectó certificados que llevan su nombre y registro en la Unidad Sanitaria “Villa Solferino” y otros con el logo del Hospital Dr. Ramón Carrillo. Sin embargo, continúa la incertidumbre. “No estoy acusando a nadie, sólo quiero que la gente sepa que está circulando mi nombre”, aseguró a Al Sur.
Alberino es médica del nosocomio local hace 25 años. Comenzó el 19 de julio de 1993 y atendió en el servicio de Guardia de los miércoles durante 19 años. En la actualidad, la doctora atiende los lunes en la sala SAPOSNIK en Alejandro Korn, controla los miércoles y viernes a sus pacientes con diabetes en el Hospital y trabaja en forma particular en los Consultorios Florida.
La incertidumbre sobre su matrícula comenzó en enero de 2016: un médico laboral se comunicó con ella para verificar que había emitido unos certificados médicos. La sorpresa fue enorme al notar que no era su letra ni su firma pero sí su nombre y registro.
Según la fotocopia del libro de Guardia y otros papeles, Alberino constató que ese certificado salió entre el 13 de octubre y 22 de diciembre de 2016 de la Unidad Sanitaria “Villa Solferino”. La doctora radicó la denuncia en el Colegio de Médicos, que se presentó en la salita pero no pudo avanzar en sus averiguaciones, ya que estaba cerrada por refacciones.
El mes pasado, recibió un nuevo llamado por otro certificado que ella habría hecho, pero esta vez con el logo del Hospital Dr. Ramón Carrillo. No había sido ella otra vez y al denunciarlo, comenzaron los problemas legales con quienes afirmaban ser sus pacientes.
“No hice ese certificado ni sé de donde salió. Nunca dejé mi sello en ningún lado ni dejo nada sin firmar. Estoy segura que ese sello lo hicieron porque no perdí el mío”, explicó.
Otro de los detalles es que su sello verdadero figura como “clínica médica y diabetes”, mientras que el falso sólo figura “médico”. Además, el impostor tiene errores de ortografía, que pueden verse claramente en las recetas.
La doctora también aclaró que no es una acusación pública hacia los centros de salud, si no que quiere que los vecinos sepan lo que está sucediendo. “Hace 25 años que trabajo en el Hospital, si alguien está usando mi matrícula ahí, me duele muchísimo. Quiero hacerlo público porque es una impotencia que alguien esté cometiendo un delito, haciendo ejercicio ilegal de la medicina o lucrando con mi matrícula. Desde el primer llamado hasta esta fecha, debe haber muchísimos certificados hechos”, advirtió.
Quienes tengan algún certificado o receta con estas características, pueden hablar con la doctora a través del correo electrónico lilianaalberino@hotmail.com.ar o los miércoles y viernes por la mañana de manera personal en el Carrillo.
“La gente de San Vicente me conoce, tras 19 años arriba de la ambulancia. No sé qué pensar pero alguien está haciendo lo que no es correcto”, afirmó.