San Vicente .: La Comisión de Salud del Concejo Deliberante (HCD) tratará el próximo martes una nota del sanvicentino Andrés Godoy, quien ocupó la banca del vecino para contar la experiencia de su hija Alma y la importancia de la utilización de cannabis medicinal para mejorar la calidad de vida de las personas que padecen diferentes patologías. La intención es que el Municipio lleve a cabo convenios para concientizar, investigar y generar accesibilidad a este tratamiento.
A nivel mundial y territorial, la planta de cannabis medicinal se consolidó como una medicina alternativa, mediante el extracto de uno de sus canabinoides (CBD) que se dosifica en aceite. Su utilización como paliativo del dolor, así como en tratamientos de esclerosis múltiple, epilepsia refractaria, fibromialgia y artritis reumatoide, es una posibilidad eficiente y segura, debido a que tiene baja toxicidad y no hay reportes de daños a la salud, según diversos estudios científicos.
Uno de los testimonios que dio cuenta de esta realidad es el de Godoy, quien subió el pasado martes a la banca del vecino en el HCD y contó sobre su hija Alma, diagnosticada con trastorno generalizado del desarrollo (TGD). A los dos años y medio, la niña tuvo su primera convulsión y debió ser internada en el Hospital de Niños Sor Ludovica, donde detectaron que tenía posibilidades de volver a convulsionar.
Tras interconsultas, Alma fue diagnosticada con una posible epilepsia y medicada con luminal. Al año, vuelve a convulsionar pero trajo graves consecuencias: la nena borró todo lo que había logrado aprender y padecía hambre desmedida, como consecuencia de la medicación. Los médicos cambian su tratamiento y pareció funcionar hasta que las convulsiones volvieron. Así, se tejió una historia sobre un nuevo tratamiento con efectos adversos para luego probar con otro y otro, sin resultados.
“Al leer el prospecto de la última medicación que le dieron, nos enteremos que uno de los efectos adversos podía ser muerte súbita. Como había pasado de tener reacciones adversas, decidimos no dársela más y el 24 de diciembre de 2015 tuvo su última convulsión”, relató el padre de Alma. Las convulsiones eran cada vez más severas. La última la dejó en terapia intensiva, con oxígeno y la mitad de su cuerpo paralizado.
La búsqueda por una mejor calidad de vida los llevó al doctor Nicolás Loyacono y la utilización del cannabis medicinal. A tres meses de comenzar el tratamiento, Alma dormía 8 a 9 horas de corrido, mantenía contacto visual, podía responder mucho más, sentía dolor, cosquillas y respondía el gesto de una sonrisa con otra, detalló Godoy.
“Con el doctor, decidimos quitarle a Alma toda la medicación que tomaba. Desde hace tres años que no tiene convulsiones y logramos que tenga una mejor calidad de vida”, indicó y denunció: “Llegamos a pagar 5 mil pesos el aceite para nuestra hija porque detrás de esto hay un mucho negocio. Cuando fue imposible comprarlo, llegaron los cultivadores solidarios que nos dieron el aceite para ella”.
El vecino señaló que el aceite que sobra es donado a los sanvicentinos que tienen enfermedades de reuma, artrosis, epilepsia, artritis y trastornos del sueño. “Queremos que otros puedan y tengan el derecho a la salud y no que se formen negociados a raíz de esto. En San Vicente, un negocio vende un frasco de aceite con un costo entre 1.200 y los 3 mil pesos”, criticó.
“Que no se juegue ni se saque provecho con la salud y el dolor de tantos vecinos, que todos tengan el derecho de acceder al aceite de una manera gratuita y con acompañamiento. Nos unimos a la asociación civil Acceda para formar una red de usuarios del cannabis medicinal porque toda esta historia que lleva unos minutos fueron años de ver sufrir a nuestra hija”, afirmó ante el cuerpo de concejales.
El proyecto
La Comisión de Salud estudiará la nota de Godoy y elaborará un proyecto de ordenanza para el acceso gratuito de tratamientos con aceite de cannabis como tratamiento alternativo ante diversos padecimientos.
Para ello, la ordenanza autorizará al Ejecutivo a suscribir convenios dentro del “Programa Nacional para el estudio y la investigación del uso medicinal de Cannabis”, en la órbita de la Secretaría de Salud de la Nación, para la utilización exclusivamente medicinal, terapéutica y de investigación de esa planta.
Además compromete al Municipio para desarrollar medidas de promoción, prevención y atención orientadas a garantizar el derecho a la salud; promover medidas de concientización y desestigmatización dirigidas a la población; y establecer lineamientos adecuados de asistencia, tratamiento y accesibilidad.
El último artículo establece la creación de un Consejo Consultivo, donde convergerán usuarios, familiares, profesionales, miembros del poder legislativo y ejecutivo, y miembros de organizaciones no gubernamentales (ONG), con el objetivo de garantizar la transparencia de las medidas y el cumplimiento de los derechos de la problación.