San Vicente | Desde hace tiempo, San Vicente no vivía la conmemoración por el Día de los Veteranos de la Guerra de Malvinas como ocurrió este fin de semana, con tres jornadas cargadas de emoción, recordando a los soldados argentinos muertos en la islas Malvinas durante el conflicto bélico con Gran Bretaña en 1982.
El Centro de Héroes de Malvinas sanvicentino, junto a la Comuna, estuvieron al frente de los actos conmemorativa por esta fecha tan cara y cada vez más arraigada en el sentir popular. Desde el viernes 1 de abril al domingo 3, se realizaron distintas actividades, una más emotiva que la otra.
El primer evento transcurrió en la noche del viernes, donde los Veteranos, autoridades municipales y público en general esperaron las 12 de la noche para entonar las estrofas del Himno Nacional y recibir la fecha del desembarco de las tropas argentinas en el territorio insular austral de nuestro país.
Desde las 20 horas, el público presente pudo disfrutar de diferentes números artísticos que desfilaron por el escenario ubicado sobre una de las manos de la avenida Sarmiento, frente al Palacio Municipal. “Esta vigilia vino para quedarse” anunció el intendente Nicolás Mantegazza, con respecto a la imposición, de aquí en más, de la Primera Vigilia todos los 1 de abril.
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El día 2 se realizó el habitual acto protocolar en el cenotafio que los Héroes de Guerra sanvicentinos tienen erigido en la zona central de la plaza mariano Moreno de San Vicente. El mismo fue encabezado por el propio Nicolás Mantegazza y los integrantes de Centro de Héroes local. Además de un nutrido público participaron autoridades municipales, fuerza vivas del distrito y alumnos de jardines de infantes y escuelas.
Tras las palabras de Jorge “Beto” Aguirre, presidente del centro, del intendente Mantegazza e integrantes de la agrupación de hijos de los excombatientes, el público se trasladó a una cuadra de allí, en donde está ubicado el Museo de Malvinas (Bolívar y Berutti).
En ese lugar se descubrió una placa conmemorativa y un monumento con la figura de un soldado, trabajo realizado por el artista Carlos Gramático. Pero todo no terminaría ahí, ya que la niña Julieta Urturi realizó el recitado del poema “2 de abril” de Adrián Maggi, sacándole lágrimas a todos los presentes.
El domingo, en el predio de la Estación Cultural, se realizó el descubrimiento de un mural, realizado por el fileteador Diego Martín Prenollio, del que también participó el intendente Mantegazza.
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La niña Julieta Urtiri le arrancó lágrimas a los presentes, recitando un poema de Adrián Maggi, durante el acto en el Museo de Malvinas.
2 de abril (Adrián Maggi)
Después de un domingo bravo que se voló con el viento, llegó el lunes a la escuela, cansado y con mucho sueño.
Como se pasan los días que ya casi ni los siento, se desfleca la semana, otra más sin más remiendos.
Suena el timbre y más de cuatro le corren carrera al tiempo, porque aquel que llega tarde, es media falta de arresto, y será una falta entera pal’ que se quedó durmiendo.
El estudio, es necesario hasta pa’ ser barrendero, y hay que cuerpearla de entrada que si no, que si no se pone feo.
Forman fila, y la bandera se confunde con el cielo, y le cantan por ser criolla, el alumnado completo, un canto de patriotismo acuanao dentro del pecho.
Después, después silencio profundo como señal de respeto, saludo a los profesores y derechito pa’ dentro.
Alza el tono el profesor y a la vez se pone serio, hoy es lunes 3 de abril, tenían un deber, ¿lo han hecho? A ver Marcelo Gutiérrez pasá acá al frente y léelo.
Se pone de pie el muchacho y empieza a leer con miedo. “El 2 de abril en mi patria, se vuelve
rojo misterio, y se mancha el almanaque porque es un día muy nuestro, con la sangre de esos hombres que con honor defendieron, el suelo de aquellas islas que, según dicen es nuestro, le pido a Dios poderoso que cuide a los que murieron, y grito ¡Viva la Patria! como un homenaje a ellos.
El profesor felicita se sienta el chico contento, y uno a uno de la clase su homenaje van leyendo; y el profesor evalúa como midiendo el talento. ¿A ver, Gustavo Maciel mostranos que es lo que has hecho?
Queda callao el muchacho, hijo de padres tamberos, y responde a la insistencia “yo no hice nada maestro”.
Hay un silencio de tumba. ¿Pero Maciel, que me ha hecho? Si no hizo los deberes, es una falta de respeto, yo soy nuevo en esta escuela y voy a cuidar mi puesto, y a nadie voy a permitirle que me ande tomando el pelo.
Se larga a llorar Maciel con la cara entre los dedos, suena el timbre y los demás van a jugar al recreo. Cae un uno en la libreta y le duele hasta el maestro, que al verlo llorar, se acerca para
ofrecerle consuelo. ¿Porque no hiciste el deber, porque no hiciste el deber?, contéstame seme sincero.
Y responde el muchacho entre sollozo y lamento. “Allá en la isla señor, allá en la isla señor yo tengo un hermano muerto. Se fue a defender la patria y todavía lo espero.
El profesor sorprendido lo miraba boca abierta, y solo atinó a decir: ¿porque no me lo dijeron?
camino hasta al lado del niño, le dio un abrazo y un beso, se volvió pal’ escritorio borró el uno que había puesto y al retirarse se oía: ¿porque no me lo dijeron?.
La bandera, a media asta eternamente de duelo, busca alguna explicación por sus hijos que no han vuelto. Yo sé bien que no es justo que a uno le roben el suelo, pero no es justo tampoco hacerse matar por ello. Nunca olvidemos que el fin no justifica los medios
Vayan estos versos sencillos a los chicos que murieron, inocentes criaturas como el Maciel de mi pueblo. El 2 de abril en mi patria se vuelve rojo misterio, y se mancha el almanaque porque es un día muy nuestro, con la sangre de esos hombres que con honor defendieron, el suelo de aquellas islas que según dicen es nuestro. Le pido a dios poderoso que cuide de los que murieron, y grito ¡Viva la Patria! como un homenaje a ellos.